La gran asignatura pendiente del mes de septiembre

La llegada de septiembre y el inicio del nuevo curso político se antojan fundamentales para la reactivación de las obras del segundo puente, cuyos trabajos se fueron paralizando poco a poco a comienzos del pasado mes de agosto hasta quedar prácticamente huérfano de trabajadores hace una semana. La causa, el tira y afloja que la empresa adjudicataria, Dragados, y el Ministerio de Fomento mantienen a causa de la modificación de la parte final del proyecto. Una situación que se ha enquistado en demasía y que ha llevado a la desesperación a la propia alcaldesa, Teófila Martínez, que llegaba a emplear el adjetivo de «impresentable» para referirse a la empresa constructora. El sentir de la primera edil gaditana también está presente en la ciudadanía, que a comienzos del verano se las prometía felices comprobando a la velocidad a la que se desarrollaban los trabajos en el corazón de la Bahía de Cádiz y que ahora espera con ansia que se recupere la actividad. Es incomprensible que una obra que se adjudicó en 2007 por más de 270 millones de euros alcance ya los dos años de retraso y un presupuesto al que poco le falta para duplicarse, pues ya ha superado los 470 millones. Y es que Dragados decidió dar de mano a los trabajos durante un mes de agosto que pilló desprevenidos y en plenas vacaciones a los técnicos de Fomento. Esa decisión de la constructora ya ha provocado consecuencias irreparables de cara a los plazos de finalización del proyecto. Que la Bahía luciera segundo puente antes de las elecciones del próximo mes de mayo, como en un principio se pretendía, ya parecía un quimera. Pero es que la situación ha ido más allá, pues mucha prisa deberían darse las partes enfrentadas a la hora de limar asperezas si quieren que el puente esté listo en el primer semestre de 2015, que es la fecha que ahora se baraja. Así lo expresó días atrás el subdelegado de Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, que no pierde la esperanza en que se cumplan los nuevos plazos. «Ahora hay dinero encima de la mesa para pagar cualquier certificación de obra, pero el Estado lógicamente tiene que defender intereses generales y gestionar correctamente los fondos públicos, que deben ser empleados correctamente», explicó De Torre.

De cualquier forma, la reactivación de la obra del segundo acceso de la Bahía no se prevé como mínimo hasta bien entrado el otoño, ya que la negociación será muy dura. Una vez resuelto el expediente habrá que poner en activo la maquinaria que ha sido retirada y recontratar a las plantillas de las empresas subcontratadas. Una situación similar ya se vivió en 2010 y 2011 y el parón no bajó de los cuatro meses.