Utopía y realidad del sistema sanitario

Muchos responsables institucionales tienen entre sus principales tareas, entre las que más les ocupan e ilusionan, la elaboración de planes. Son muy bonitos. Tienen cifras y gráficos, tienen colores e imágenes, cifras, porcentajes. Parecen realmente trabajados aunque una gran mayoría tiene como elemento común el hecho de no ser llevados jamás a la práctica. En el mejor de los casos, llegan a ser aplicados parcialmente durante un corto periodo de tiempo. Las más de las veces, cogen el sueño en un cajón y nunca más despiertan. Esa situación suele darse porque los medios disponibles, las intenciones y la técnica nunca coinciden en el mismo lugar y en el mismo momento. Cada tercio va por un camino sin coincidir nunca con los otros dos. Ayer mismo, la Junta de Andalucía regaló a los ciudadanos un gran ejemplo de esta disciplina de la vida política española. Presentó un plan de atención sanitaria en urgencias que contempla métodos, protocolos, materiales, personal y tiempo ideal para atender la demanda de este tipo de servicios en Andalucía. El único problema, sólo es uno pero de tamaño muy considerable, es que la administración andaluza no ha sabido dotar a sus hospitales de esos materiales, de ese personal, por lo tanto resulta imposible aplicar esos métodos y protocolos en ningún plazo concreto. Es sencillamente teoría idílica, utopía, una fantasía burocrática que resulta imposible de aplicar. Tanto es así que la propia Junta quería derribar el actual hospital de Cádiz, el Puerta del Mar, por considerarlo obsoleto, irrecuperable. Diez años después de decir eso pretende que los usuarios olviden aquel pronunciamiento y empiecen a pensar que ese mismo centro puede ofrecer un servicio de urgencias modélico.