Merkel y su marido, Joachim Sauer, pasan unos días de vacaciones en la isla italiana de Ischia. :: REUTERS
Economia

El paraíso alemán donde todos trabajan

Baviera y Baden-Württemberg son las regiones europeas con los más altos niveles de empleoCon tasas de paro inferiores al 3%, el principal problema de estas zonas es encontrar mano de obra cualificada

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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El paraíso laboral está en el sur de Alemania. Eso se desprende del último estudio de la oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, que sitúa en los meridionales estados federados de Baviera y Baden-Württemberg las regiones con los niveles de empleo más elevados de todo el continente. Zonas como Alta Baviera, con las ciudades de Múnich, Ingolstadt, Rosenheim y Freising, y el entorno de las localidades de Friburgo y Tubinga, ambas de larga y antigua tradición universitaria. Son regiones de paisajes idílicos y alto atractivo turístico como la Selva Negra o los cinco lagos de Starnberg al pie de los Alpes, que cumplen con todos los tópicos que se tiene de Alemania en el exterior, desde los trajes folclóricos y los pantalones cortos de cuero hasta el consumo desmesurado de cerveza en la famosa feria Oktoberfest. Con ciudades y pueblos de postal, llenas de edificios antiguos, plazas y calles impecablemente cuidadas que invitan al turista a disparar una y otra vez su cámara de fotos.

En esos estados del sur de Alemania son los trabajadores de las oficinas de empleo los que se encuentran en el paro. No porque hayan sido despedidos, sino porque con un desempleo inferior al 3% sus jornadas laborales resultan sumamente aburridas. Frente a lo que sucede en el sur de Europa, el 'Inem' germano en Baviera y Baden-Württemberg no busca desesperado trabajo para miles de desempleados, sino al contrario: operarios para miles de puestos de trabajo vacantes. Una búsqueda que las propias empresas hacen ya desde hace años fuera del país a la caza de mano de obra cualificada ante el creciente problema que tiene Alemania para hacer frente al cambio demográfico y el imparable envejecimiento de la población.

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Stefan Renz, jefe de personal de Kessel, en la localidad de Lenting y cerca de Ingolstadt, desarrolla como otros muchos colegas de distintas firmas estrategias para que su plantilla sea fiel. Con 400 trabajadores dedicados a la producción de sistemas de desagües para sanitarios, Kessel es la típica pyme alemana con altos índices de exportación y que ha capeado sin problemas la crisis mundial. Renz explica que la firma hace lo imposible para que sus empleados trabajen en un ambiente ideal. Además de sueldos superiores a los que marca el convenio, tres veces a la semana un preparador físico visita la planta para hacer ejercicio con los trabajadores. Las pasadas navidades hasta el último empleado recibió un iPad de regalo y recientemente ofrecieron a toda la plantilla un análisis preventivo gratuito de cáncer de colon. «No fue barato, pero a la gente le pareció muy bien», dice el jefe de personal de Kessel, para quien un trabajador sano rinde más que uno enfermo y quien se encuentra a gusto está más motivado que quien sólo mira el reloj para ver cuando acaba su turno.

También para la refinería de derivados del petróleo de alta calidad Gunvor, igualmente a las afueras de Ingolstadt, citar a Audi es casi como mentar al diablo. En una ciudad de 130.000 habitantes, la filial del grupo Volkswagen emplea a 33.000. Ingolstadt es Audi y Audi es Ingolstadt. Paga salarios generosos y los operarios participan incluso de los beneficios con primas anuales. En varias encuestas, Audi ha sido declarada la mejor empresa de Alemania en las relaciones laborales con los empleados. Algo que no facilita precisamente las cosas a otras firmas de la región.

«Naturalmente es más 'sexy' trabajar para un consorcio mundial del automóvil que para una refinería», comenta Uwe Bernhard, gerente de Gunvor. Con 330 empleados, cien veces mas pequeña que Audi, Gunvor paga igualmente sueldos superiores a la media del sector y apuesta por el deporte para lograr la fidelidad de sus empleados. Tiene un club deportivo propio e incluso una bolera, que se ha convertido en el nexo de unión de los trabajadores con su empresa.

Los 'Campeones ocultos'

Baviera y Baden Württemberg son sede de otros muchos grandes consorcios germanos. Desde Daimler Benz a BMW, pasando por Bilfinger, Carl Zeiss o Libherr. Pero lo que explica el nuevo milagro económico germano y la constante demanda de mano de obra tiene su base en el llamado 'Mittelstand', las pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas de carácter familiar, como Kessel y Gunvor.El catedrático alemán de Economía Hermann Simon, que ha sido profesor en Harvard y en la London Business School, considera que el permanente éxito exportador germano tiene su base en la fortaleza de su 'Mittelstand' y, sobre todo, en la élite de la misma, lo que él llama 'Hidden champions', los 'Campeones ocultos'. Su lista global abarca cerca de 3.000 empresas a nivel mundial, de las que la mitad se encuentran en Alemania y que son responsables del 25% de las exportaciones del país.

El semanario económico germano 'Wirtschaftswoche' publicaba esta semana otro estudio del profesor Bernd Venohr, catedrático en la Escuela Superior de Derecho y Economía de Berlín y asesor de empresas, según el cual en Baden Württemberg tienen su sede 401 empresas líderes mundiales de su actividad industrial, con lo que concentra el 26% de los 'Campeones ocultos' alemanes, mientras Baviera suma el 20,8%, con 321 compañías punteras. Y todas se lamentan de los problemas que tienen para encontrar personal especializado.