ANDALUCÍA

A la sombra del líder

Los dos dirigentes potencian sus salidas a las provincias preparando las europeas, la primera prueba como contrincantes políticos Susana Díaz y Juanma Moreno no solo tienen vidas políticas paralelas, también coinciden en rodearse de fieles del partido como asesores en el día a día

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las elecciones europeas del día 25 de mayo serán la primera prueba de fuego para los tres nuevos líderes de Andalucía: Juan Manuel Moreno (PP), Susana Díaz (PSOE) y Antonio Maíllo (Izquierda Unida). Sobre todo para los dos primeros. No tanto porque de ellos dependa el resultado de unas elecciones de carácter nacional y con tradición de escasa participación, sino porque será la primera vez que los dos líderes con posibilidades reales de presidir Andalucía se estrenen como contrincantes y midan su vigor político.

Díaz parte con ventaja no solo por ser la presidenta de la Junta. Las encuestas le dan ya un conocimiento por parte de los andaluces de más del 80%. Ha calado bien sobre todo en la población joven y la de más de 45 años, pero es peor vista en la de los 35 a 45 años, según los sondeos internos del propio PSOE. Con todo en las últimas encuestas publicadas es la única que aprueba de todos los líderes, regionales y nacionales.

En estos estudios demoscópicos (en torno al 28-F) todavía no figuraba Juanma Moreno, presidente del PP andaluz desde el pasado día 3 de este mes. Aunque lleva en política casi tanto como Susana Díaz y ha sido secretario de Estado dos años, como número dos de Ana Mato en el Ministerio de Sanidad, su conocimiento por los andaluces no es mucho según admiten en su partido.

Moreno ha emprendido esta semana una intensa agenda de visitas a todas las provincias para darse a conocer (arropado por una campaña de publicidad en los medios) y acortar distancias con Díaz en el terreno del conocimiento. Aunque ahora solo es cargo orgánico, se apoyará en el poder institucional de su partido en Andalucía. Las alcaldías de las ocho capitales y principales ciudades y las presidencias de cinco diputaciones le servirán de plataforma. El nuevo dirigente de la derecha andaluza ya avanzó en su elección que su estrategia es pisar la calle cada semana y estrechar la mano de al menos un millón de personas (la población andaluza es de 8,7 millones).

La estrategia de Susana Díaz no es muy diferente. Desde el comienzo de su presidencia en septiembre alterna el despacho en San Telmo con salidas a las provincias y viajes semanales a Madrid para posicionar Andalucía como interlocutor a tener en cuenta en el debate nacional. Con la llegada de Moreno, la dirigente socialista ha potenciado las salidas en territorio andaluz. Ambos, pues, se han lanzado al 'carretera y manta' de toda la vida con una gran hambre de ganarse la simpatía de los andaluces (un 36% de los cuales están en paro).

Curiosamente la comida de verdad es lo primero que no les importa sacrificar en esta carrera. Hay jornadas en las que Susana Díaz (1974) llega a su casa del barrio de Triana (Sevilla) tras cientos de kilómetros o 12 horas de despacho con solo un sándwich o un vaso de leche en el cuerpo. A Juanma Moreno (1970) esta periodista le ha visto matar el hambre con una manzana a las siete de la tarde tras no darse tiempo ni para almorzar. Algo más pues que anotar en el paralelismo de sus carreras ya conocido: Forjados como líderes en las organizaciones juveniles de sus respectivos partidos desde los 18 años y sin otro oficio que la política desde entonces; tardíos en terminar estudios universitarios e hijos de clase trabajadora.

Los hombres de la presidenta

Otra cosa más en común: A la hora de trabajar y organizar sus estrategias políticas y personales, su entorno más cercano, el de asesores y colaboradores del día a día, los que pueden tener más influencia en sus liderazgos, coinciden en ser personas fieles del partido como ellos. Nada de fichajes de independientes como asesores.

La corte de Susana Díaz es más extensa, primero porque se bifurca entre la Presidencia de la Junta y el PSOE, del que es secretaria general en Andalucía. Como máximos exponentes de ambos en su equipo están el viceconsejero de Presidencia, Manuel ('Chiqui') Jiménez Barrios, y el secretario de Organización del PSOE, Juan Cornejo. Los dos coinciden cada lunes en San Telmo en la primera reunión de la presidenta.

Los dos son gaditanos, ambos han sido alcaldes (Jiménez Barrios de Chiclana de la Frontera y Cornejo de Medina Sidonia); también directores generales de la Junta (el primero de Deportes y el segundo de Política Interior y Medio Ambiente). Los dos brazos ejecutores de la presidenta, en la Junta y el PSOE, son veteranos del partido en el que ocupan cargos desde los ochenta, aunque hasta ahora nunca en primer plano. A los dos se les atribuye un carácter discreto y de negociadores contumaces, quizás las cualidades que más estimó Díaz a la hora de elegirles como sus números dos en el Gobierno y en el PSOE.

Sobre ellos recae el peso de la coordinación con Izquierda Unida como coaligado y la unidad del partido. En suma, la estabilidad interna, principal materia prima del éxito fulgurante de Díaz en sus primeros meses.

En la mesa de los lunes se sientan también el portavoz en el Parlamento, Mario Jiménez; el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Vázquez; el secretario general de la Presidencia, Máximo Díaz-Cano del Rey; y el jefe de gabinete de la presidenta, Félix García Garcés. Todos ellos forman el núcleo duro del día a día de Susana Díaz y todos tienen en común una diversa trayectoria de cargos en el PSOE. El menos conocido, Félix García, quien le lleva la agenda, ha sido coordinador de la secretaría de Organización del PSOE desde los noventa. Díaz se lo llevó a San Telmo desde el partido.

De todos ellos, la persona de mayor influencia es sin duda Máximo Díaz Cano. Es la verdadera sombra de Susana Díaz. Fue fichado por José Antonio Griñán en 2012 y siguió en el cargo cuando Díaz asumió la presidencia. Este manchego nacido en La Solana (Ciudad Real) y devorador de libros, ha sido consejero de los gobiernos de José Bono y José María Barreda, senador, diputado nacional y delegado del Gobierno en Castilla la Mancha durante seis años (septiembre 2005- enero 2012). Tras lo cual dirigió el equipo de campaña de Carme Chacón cuando esta compitió con Alfredo Pérez Rubalcaba por la secretaría general del PSOE. Fue también durante varios meses portavoz de la gestora del PSOE presidida por Manuel Chaves hasta que en 2000 un congreso eligió a José Luis Rodríguez Zapatero secretario general.

Un bagaje que le ha hecho poseedor de una magnífica agenda de relaciones políticas, culturales y periodísticas que ha puesto al servicio de Susana Díaz.

Fuera de la mesa camilla hay un equipo B que le asesora para los discursos en San Telmo, a cuyo frente está el periodista José Antonio Chacón, quien dirigió el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo durante ocho años (1996-2004). Otra persona influyente es Enrique Cervera, exportavoz del Gobierno con Manuel Chaves durante siete años. Su empresa, CyC Comunica, contrata con el PSOE la elaboración de discursos y estrategias para la presidenta en clave de partido. En ocasiones puntuales Díaz también ha contado con la empresa de comunicación de Manuel Campo Vidal, quien le presentó en la famosa conferencia que dio en el hotel Ritz en octubre.

La dirigente socialista cuenta con un amplio círculo de asesores fuera de nómina. Llama con frecuencia y se reúne con todo tipo de profesionales a los que consulta y contacta. También se sirve de los consejos e influencias de los expresidentes de su partido, tanto los de Andalucía (Griñán, Chaves, Borbolla, Escuredo) como los nacionales, como Felipe González y Rodríguez Zapatero. Con todos habla con relativa frecuencia.

El equipo del presidente

Juanma Moreno acaba de empezar a hacer equipo. Su mesa camilla todavía es pequeña, aunque desde el partido se insiste en que su núcleo del día a día es todo el comité ejecutivo, con el que se reúne cada semana, casi siempre los lunes. En este equipo hay cuatro personas clave: la secretaria general, Loles López Gabarro, la vicesecretaria, Virginia Pérez, el portavoz del Parlamento, Carlos Rojas, y el portavoz del partido, Elías Bendodo.

Los cuatro tienen experiencia municipal (Gabarro es alcaldesa de Valverde del Camino, Virginia Pérez, concejala de La Rinconada, Rojas fue alcalde de Motril y Bendodo es concejal de Málaga y presidente de su Diputación). A Bendodo le une una gran amistad desde sus tiempos de Nuevas Generaciones. Sus carreras han corrido paralelas, la de Moreno en Madrid y la de Bendodo en Málaga. Ahora les une Sevilla, en la que los dos tienen depositadas expectativas.

Pero Bendodo está por ahora centrado en Málaga y Moreno quiere confiar en Gabarro y Virginia Pérez el grueso de la organización del partido mientras él se dedica a recorrer Andalucía. Aún así, hay dudas. López Gabarro todavía no ha sido nombrada presidenta del grupo parlamentario aunque ya se sienta en el escaño de Juan Ignacio Zoido. Si asume este papel podrá en algunos debates oficiar de portavoz del partido frente a Susana Díaz.

Moreno madura la decisión. Está viendo cómo se desenvuelve su número dos, muy impetuosa a la hora de hablar. Gabarro, licenciada en Derecho y de conocida simpatía en el Parlamento (a todos llama 'cari' y 'corazón'), debe aún ganarse la confianza de Moreno. Lo mismo que Virginia Pérez, quien para algunos puede dar grandes sorpresas. Pérez era ya un peso pesado en el PP sevillano, como número tres de la ejecutiva provincial. Cuñada de Ricardo Tarno, diputado nacional, alcalde de Mairena del Aljarafe y afín al antiguo secretario general José Luis Sanz, todos le reconocen una gran capacidad de organización interna. Su perfil recuerda al de Susana Díaz hace cinco años. Como director de Comunicación, Mateo Rísquez también permanece en el núcleo cercano al presidente del día a día. Pero todos están de prueba.

Todos menos Pamela Hoyos Tarrego y Nacho Díez Bernal, quienes son las verdaderas sombras del nuevo dirigente del PP andaluz. Llevan su agenda y controlan cada detalle que concierne al líder, incluso quiénes preguntan y qué en las ruedas de prensa.

Los dos aterrizaron en la sede regional del PP el mismo día que Moreno Bonilla. Acompañan a este desde Nuevas Generaciones. Pamela Hoyos era su directora de gabinete en la secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Ocupó el mismo cargo de jefa de gabinete cuando Moreno fue coordinador de Política Autonómica y Local del PP. Es de Cantabria, por cuya circunscripción Moreno Bonilla fue diputado cunero en la legislatura de 2000 a 2004. Es titulada superior en Protocolo y Relaciones Institucionales, Producción y Realización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela, el mismo título y la misma universidad que Moreno Bonilla.

Nacho Díez Bernal coincidió con Moreno en 2007 en el equipo de redactores del programa del candidato Mariano Rajoy a la Presidencia del Gobierno para las elecciones de 2008. Trabajó como asesor en el Ayuntamiento de Madrid y también acompañó a Moreno Bonilla tanto en la dirección nacional del partido como en la secretaría de Estado.

Para tenerles cerca en la toma de decisiones, Moreno les ha incluido en el comité ejecutivo regional: a Pamela Hoyos como coordinadora de Presidencia y a Nacho Díez como secretario de la misma área.