Un alfajor para iniciar la Navidad

El alfajor, los amarguillos y las tortas son supervivientes de la crisis. Las obras maestras que en forma de dulces tradicionales acaparan las ventas de comestibles navideños en la provincia nos recuerdan que las fiestas navideñas llaman a la puerta. Una excursión a Medina para hacerse con los manjares dulces que coronarán nuestras próximas celebraciones es una tradición gaditana que año tras año, y a pesar de todas las dificultades, sigue viva.

Empresas como Aromas de Medina y Sobrina de las Trejas han decidido aprovechar al máximo las posibilidades que les ofrece la notoriedad alcanzada por un producto como el alfajor, al que vienen de fuera para adquirirlo atraídos por su buena fama. Así, el comprador tiene la oportunidad de comprar su remesa y de paso, ya que viene hasta Medina, visitar sus puntos de interés turísticos como la Muralla de Fuente Salada o el Museo Arqueológico. Además, el cliente de estas pastelerías tiene también la posibilidad de adentrar en el turismo industrial conociendo de primera mano la fábrica de dulces y no perder detalle de cómo es una producción artesanal.

Ese espíritu de ofrecer al cliente algo más que el producto que se exhibe en las estanterías, y, por tanto, ampliar las posibilidades de negocio más allá del dintel de sus comercios, es una filosofía que debería extenderse a todos los sectores productivos de esta provincia. Remar hacia el mismo lado y aspirar a obtener beneficios más allá de los propios, podría favorecer y reforzar la identidad de comunidades dentro de la provincia frente a las disputas entre vecinos, municipios o comarcas.

Ya está usted tardando si no va por sus alfajores.