La lluvia aparece y desluce la Feria de San Miguel de Arcos

Las previsiones meteorológicas se cumplieron y la lluvia ha hecho acto de presencia en la Feria de San Miguel de Arcos. No ha llegado de manera intensa, la noche del viernes apenas se registraron nueve litros por metro cuadrado y ayer apenas se llegó a los cuatro, hasta el cierre de esta edición. No ha sido un temporal, pero sí lo suficiente para deslucir una de las celebraciones más importantes de la comarca. Tras un intenso inicio de la fiesta, tanto la noche del viernes como ayer se notó un importante bajón para lo que suele ser habitual en ambos días.

Muchos grupos de jóvenes no se echaron atrás a pesar de la lluvia pero las familias con niños, desaparecieron por completo del real, salvo algunas que aprovecharon las treguas de la tarde de ayer para dar una vuelta. El agua ha privado a esta celebración de vivir sus días más intensos, la noche del viernes y la tarde-noche del sábado, al menos en toda su plenitud. Al anochecer no se había comenzado a vivir la fiesta pero la presencia de visitantes en el real no era tan elevada como otros años. El plato fuerte de la celebración, el concierto de Andy y Lucas, animaba a muchos jóvenes a acercarse a la Feria pero todos se estaban pendientes de que cómo iba a ir evolucionando el tiempo.

Aunque en principio las precipitaciones no han sido para tanto como se esperaba, los 13 litros que cayeron por metro cuadrado y las malas previsiones han sido suficientes para restar público en al real, que en los días anteriores disfrutó de una mayor presencia con el buen tiempo y las ganas de feria. Caseteros y vecinos de la localidad aspiran a que hoy el tiempo de la tregua definitiva y el albero se vuelva a llenar de arcenses y visitantes que quieran apurar al máximo los últimos minutos de la celebración.

Ayer, por otra parte, fueron muchos los que siguieron con la tradición que se ha instalado en los últimos años y salieron del municipio para disfrutar de un fin de semana largo, ya que el lunes es festivo. Lo habitual es aprovechar el último fin de semana de septiembre en zonas hoteleras como la de Sancti Petri en Chiclana o en la costa onubense, principalmente.