CÁDIZ

CÁDIZ VS SEVILLA

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Sevillano el que no bote!». O aquel mucho más soez de una sevillana a la puerta de Carranza. Eran gritos que, años ha, se escuchaban todos los domingos en el estadio cuando jugaba el Cádiz. Gritos que representaban el odio que ambas ciudadades se tenían. O más bien que nosotros sentíamos hacia ellos, ya que desde allí casi que 'pasaban' del tema. Cualquier cosa que viniera de la capital andaluza nos provocaba rechazo. Desde el fútbol a la Semana Santa. Un rechazo que alcanzó su cénit con la Expo'92, por aquello de todo el dinero gastado allí en infraestructuras mientras el resto de Andalucía mendigaba algunas sobras. Sin embargo, con el tiempo aquello se ha ido suavizando. De hecho, hasta ambas aficiones futbolísticas se han hermanado. Miles son los gaditanos que optan por ver procesiones en la calle Sierpes mejor que en El Palillero y más aún los sevillanos que se rinden al Carnaval o a nuestras playas en verano. Ahora todo es mucho más cabal, más lógico, más civilizado. Somos vecinos y estamos condenados a entendernos.

Sin embargo, en los últimos meses, a raíz del dragado del Guadalquivir o de la creación de una Zona Franca en Sevilla, algunos están queriendo volver a desenterrar el hacha de guerra. Ven agravios comparativos, injusticias. En lugar de ver una oportunidad para desarrollarnos juntos, para que todo el sur de España -que buena falta nos hace- crezca unido, sacan la mala baba a relucir. Mediocres incapaces de ver más allá de sus propias narices. De momento, la creación de la Zona Franca sevillana ha servido para que a la de Cádiz le 'endiñen' 200 millones extras. He ahí ya un beneficio. Y si la llegada de cruceros hasta Sevilla sirve para que, a nivel mundial, se venda el sur como un destino global, como un todo, y algunos de ellos pasan por aquí, ya tenemos otro.

Se trata de que las personas responsables del asunto hagan causa común, que hagan piña también con Huelva y Málaga, por ejemplo. Ya se sabe que la unión hace la fuerza. Y los agoreros, los que no ven más allá de Cortadura y creen que vivimos en el ombligo del mundo, que Cádiz es lo mejor y todo eso, deberían darse una vueltecita de vez en cuando por ahí fuera, por ese 'mundo exterior' llamado Europa, para descubrir que los localismos, el catetismo, sólo conduce a la ruina y a la depresión.