La frontera de las quejas

La guerra psicológica, y también administrativa, continúa en la frontera entre España y Gibraltar. Ayer mismo, el Ayuntamiento de La Línea anunciaba la apertura de una oficina de atención ciudadana en la Casa de la Juventud de la localidad, que atenderá y recopilará las quejas de sectores económicos y comerciantes y empresarios particulares, que se sientan agraviados y estén sufriendo «pérdidas» por el conflicto con el Peñón.

La alcaldesa de la población linense, Gema Araujo, recordó que el conflicto diplomático de la zona está perjudicando «además de a los pescadores, a otros sectores de la localidad, como son las pequeñas y medianas empresas y los comerciantes, además de a los trabajadores españoles en Gibraltar», apuntó.

En los próximos días el Ayuntamiento de La Línea va a realizar una «valoración de las pérdidas», por ejemplo, en el mercado de abastos, porque, según la regidora linense, «son muchos los gibraltareños que vienen a La Línea a comprar y a consumir en sus bares y restaurantes, pero que ahora no lo hacen porque tienen que estar en una cola más de dos horas».

Esa estimación de pérdidas económicas será remitida al Gobierno, con el objetivo de «solicitar ayudas al igual que han hecho los pescadores». Además, Gema Araujo volvió a reclamar ayer que se reconozca «de una vez por todas la singularidad» de La Línea, ya que cualquier cuestión o problema con el Peñón afecta a los linenses de forma «directa».

Pero el juego de las reclamaciones no se queda en el lado español de la frontera. De hecho, el Gobierno de Gibraltar hizo público ayer que ya ha recogido más de una veintena de quejas de personas afectadas por «las colas fronterizas». Estas quejas llegaron durante la primera mañana de funcionamiento del procedimiento habilitado por las autoridades de la Roca.

El Ejecutivo de Fabian Picardo explicó que entre estas quejas se incluyen «algunas de los visitantes españoles a Gibraltar». Las autoridades gibraltareñas también informaron de que a partir de ahora no será necesario «descargar un formulario y rellenarlo», sino que se podrá hacer de mandar online a través de internet.

Este procedimiento se puso en marcha en el Peñón para «todas las personas que hayan sufrido las colas en la frontera o que deseen quejarse de las mismas». Su objetivo es recabar información que permita al Gobierno ofrecer «estadísticas precisas» a la Comisión Europea y, de ser necesario, «preparar un proceso legal», explicaron.

Por su parte, el portavoz de la Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg), Juan José Ponce, también explicó ayer que estos últimos días se han incrementado «notablemente» las quejas ciudadanas registradas en esta entidad, en relación a las colas de acceso al Peñón. Ponce asegura que «la mayoría» de ellas son remitidas a la Subdelegación del Gobierno, pero también se envían al Ayuntamiento de La Línea o a asociaciones de derechos humanos y la Guardia Civil.

Acoso a policías

Por otro lado, se da la circunstancia de que ayer los sindicatos policiales volvieron a denunciar el acoso que están sufriendo los agentes que desempeñan su labor en la frontera entre España y la colonia británica. Así, la Unión Federación de Policía asegura que los miembros de la Policía Nacional que trabajan en la zona están siendo vigilados por agentes de la policía de Gibraltar. Desde el UFP se apunta que las autoridades del Peñón han ordenado orientar las cámaras de seguridad que se encuentran instaladas en las inmediaciones, hacia el lugar donde trabajan los efectivos policiales españoles. El sindicato solicita una respuesta «contundente» de Interior y Asuntos Exteriores al respecto.

Por último, y también en la jornada de ayer, la fragata británica 'HMS Westminster' abandonó la base naval de Gibraltar, acompañada por dos buques de apoyo, después de permanecer en la zona cuatro días.

El buque de la Royal Navy ha participado en la escolta del portaaviones 'HMS Illustrious', que participará en las maniobras 'Cougar 13' que se celebrarán en aguas del Mediterráneo, y que llegó a aguas de la colonia en medio de la tensión diplomática.