Barabass cierra sus puertas para abrir una nueva etapa

Uno de los locales más populares y veteranos de la noche gaditana cierra sus puertas. Pero lo hace temporalmente y para cambiar de aspecto y filosofía, de oferta y estética, para reabrir con nuevas energías. Es una clausura temporal según su propietario, Raúl Cueto. Se trata del Barabass, el establecimiento de mayor superficie de la calle Muñoz Arenilla, que hasta la década anterior fuera la de mayor concentración de establecimientos y clientes durante las noches del verano en la capital gaditana.

Barabass abrió sus puertas hace once años (diciembre de 2001) y se convirtió, de forma recurrente, en uno de los locales de moda. Sin embargo, de forma progresiva y continua, desde 2008, tanto esta zona de ocio nocturno como todos los locales de copas de Cádiz empezaron a perder clientela por la mezcla de los efectos intimidatorios de la crisis y el paro, así como por el cambio de hábitos de los menores de 30 años, cada vez más dados a nuevos modelos de ocio, más doméstico o volcado en salidas durante las horas del almuerzo para alargar sus encuentros durante las tardes. En este escenario conjunto, Cueto ha aprovechado para «dar un giro» al local y tratar de buscar «algo más moderno». El cierre se prolongará como mínimo hasta mayo porque «hay que hacer reformas» y se va a producir un cambio completo en la decoración, oferta y concepto.

Cueto aclara qué ofrecerá en este nuevo espacio, el mayor de Muñoz Arenilla y uno de los mayores en Extramuros, aunque se reserva algún detalle, asegura que se siente «ilusionado» y que se trata de «un proyecto muy interesante, con vocación urbana, al estilo de lo que triunfa ahora en grandes ciudades de Europa. Será un bar con diferentes denominaciones porque serán sus diferentes sesiones de música en directo, DJ, o disco comercial las que le den un nombre a ese día concreto. Será una discoteca con una programación bien variada, y con la posibilidad de ser una sala polivalente: acoger presentaciones, fiestas privadas, incluso servicio de catering», afirma el empresario.

El desplome del consumo, el paro juvenil galopante, el regreso al botellón y hasta «los nuevos planes de estudios han cambiado los hábitos de salir, han comprimido mucho la demanda de ocio nocturno a viernes y sábado», aclara Cueto.

Toca reciclaje, adaptación a nuevos tipos de clientes, con nuevas demandas de nuevos servicios.