Un fraude de grandes proporciones

El fraude del Plan Bahía Competitiva es un escándalo de tales dimensiones que resulta inaudito que nadie en el PSOE andaluz haya presentado ya su dimisión. En torno a 25 millones de euros, ¡25 millones! destinados a la reindustrialización de la Bahía de Cádiz y a la creación de puestos de trabajo, se han volatilizado por arte de birlibirloque y nadie asume la responsabilidad.

Hasta el momento había trascendido que la Policía estaba investigando al ex dirigente socialista y responsable de la Agencia Idea, Antonio Perales, y a su sobrina Ofelia (hija del malogrado Alfonso Perales, exconsejero de la Junta). Ambos eran los responsables de tramitar las ayudas que recibió el supuesto empresario gallego Dávila Oubiña, quien se encuentra detenido, y a quien no se le pidió ningún tipo de garantía a la hora de darle las ayudas. Esas subvenciones las otorgaba el Ministerio de Industria por 'recomendación' de Perales. Ahora, Antonio Sanz, ha hecho público que la Policía investiga también a los responsables del Ministerio en la etapa de Zapatero.

Bien sea por negligencia a la hora de recabar las garantías previas necesarias antes de conceder semejantes cantidades de dinero, bien porque la responsabilidad vaya más allá aún, lo cierto es que la Bahía de Cádiz se ha quedado sin esas importantísimas ayudas.

Tal y como manifestaba ayer el presidente provincial del PP en su intervención en el Parlamento Andaluz, no es de extrañar que la provincia de Cádiz esté a la cabeza del paro en España. Y, sobre todo, urge aclarar dónde está ese dinero y que se depuren responsabilidades políticas y penales. Parafraseando a Esperanza Aguirre, 'caiga quien caiga'.