Norman Foster anima a los arquitectos a trabajar en los países emergentes

La construcción sufre los embates de la crisis en Europa, pero en el mundo es un sector en expansión. Consciente de ello, el arquitecto británico Norman Foster animó ayer a sus colegas a aprovechar la oportunidad que representan las economías emergentes, especialmente China, para superar una etapa especialmente crítica. Otra forma de sortear el hundimiento económico consiste en buscar opciones imaginativas. Su estudio, presente en más de 20 países del mundo, se está volcando en el diseño de mobiliario urbano y grandes infraestructuras.

«Quienes sufrimos la austeridad en Europa no tenemos más remedio que ver la construcción como un mercado en expansión. Hay que ir allí donde está la acción», dijo Foster, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. El arquitecto británico presentó ayer el 'Atlas de Arquitecturas del siglo XXI', auspiciado por la Fundación BBVA. A su entender, la recesión que asola a muchas economías europeas se inscribe dentro de los ciclos de prosperidad y depresión propios de capitalismo. En este contexto, Foster sostiene que es hora de que los arquitectos «hagan más con menos: más seguridad, belleza, calidad, utilidad y confort con menos presupuesto, menos consumo de energía y materiales menos caros». El Premio Pritzker en 2002 abogó por una arquitectura de la necesidad, «que marcará la tendencia a rehabilitar, recuperar y reconstruir, frente a la historia reciente de la nueva construcción grandiosa».

Las obras arquitectónicas más célebres erigidas desde 2005 en los cinco continentes se plasman en el 'Atlas de Arquitecturas del siglo XXI', una obra compuesta por cuatro volúmenes primorosamente editados. Se recogen un millar de construcciones, de las que 247 están plasmadas en detalle.