ESPAÑA

Muere un militar en Badajoz tras un aterrizaje forzoso

Un alumno, de 23 años, permanece en la UCI al eyectar su asiento e impactar contra un camión de Bomberos situado junto a la pista

BADAJOZ. Actualizado: Guardar
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Un fallo en uno de los dos motores de un avión F-5 que realizaba un vuelo de instrucción desencadenó un nuevo accidente aéreo militar en la Base de Talavera la Real (Badajoz) con desenlace fatal. Es el cuarto en los últimos nueve años y provocó ayer la quinta víctima mortal en este periodo. Sobre las 9.45 de la mañana falleció el comandante e instructor Ángel Álvarez Raigada tras un fuerte impacto cuando aún estaba dentro de la cabina. Tenía 38 años, dos hijos y era natural de Zamora.

Además, resultó herido grave el alférez Sergio Santamaría de Felipe, de 23 años, natural de Salamanca, al activar asiento. Este alumno había llegado a la base pacense el pasado 3 se septiembre tras un proceso de selección para iniciar el quinto y último curso para pilotar aviones de caza y ataque, por lo que se encontraba ya en la fase de especialización, explicó el Coronel Antonio jefe Taranilla Manjón, jefe de la Base de Talavera y Ala 23 desde septiembre de 2011. Su explicación oficial a las pocas horas del accidente fue que el piloto «ha tenido durante el vuelo un fallo de uno de los dos motores, el cual se ha parado y ha vuelto con el otro motor. Estaba a punto de aterrizar cuando por causas desconocidas se ha precipitado contra el suelo». A última hora de la tarde de ayer, fuentes de la Delegación del Gobierno informaron de que el alférez herido permanecía en la UCI del Hospital infanta Cristina de Badajoz. La causa del ingreso fue por politraumatismos después de que hubiera activado la eyección de su asiento, situado delante del instructor. Este es un mecanismo de seguridad que consiste en autoexpulsarse de la cabina para que el piloto salga despedido provisto con un paracaídas que posteriormente se despliega solo.

Salida lateral

Según la investigación, cuando se detectó el fallo en uno de los dos motores, el instructor avisó a tierra, se activó el protocolo de emergencia y varios camiones antiincendios se aproximaron a la pista de aterrizaje. Una hipótesis es que fallaron los flaps de las alas y el reactor tomó tierra por un lateral de la cabecera de la pista de modo violento y con la aeronave desestabilizada, por lo que la eyección del alumno fue lateral y no hacia arriba. Varias versiones coinciden en que el cuerpo del alumno impactó contra uno de los camiones de bomberos estacionados junto a la zona de aterrizaje y que esperaban al F-5 para intervenir. De hecho, este vehículo no se movió del perímetro acotado para la investigación posterior y junto a él se podía ver un paracaídas.

Según otras fuentes consultadas, el comandante instructor ya había fallecido cuando el personal de la base se aproximó al avión, que había empezado a arder.

Hasta la base se desplazaron desde Madrid miembros de la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares para esclarecer los hechos.