El Rey llama a relanzar la cooperación de la comunidad iberoamericana

El Rey está dispuesto a implicarse cuanto sea necesario para no dejar morir la comunidad iberoamericana, una iniciativa en la que se ha involucrado a nivel personal desde que en 1991 se celebró en la ciudad mexicana de Guadalajara la primera reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países miembros. No en vano, es el único mandatario que ha estado presente en todas y cada una de las hasta ahora veintiún ediciones anuales.

Salvar este foro de diálogo y cooperación requiere el máximo esfuerzo. Consciente de ello, por primera vez don Juan Carlos ha recurrido a la popular plataforma YouTube para incidir mediante un vídeo en la importancia de la próxima cumbre de Cádiz, que se celebrará los días 16 y 17 de este mes. «Queremos que de Cádiz todos salgamos más unidos como comunidad, mejorando los mecanismos de diálogo entre nosotros e incrementando la integración y la cooperación entre nuestros gobiernos», afirma el monarca a lo largo de su discurso de dos minutos y medio de duración.

La frase del Rey se traduce en una llamada a los líderes iberoamericanos para afrontar durante los dos días que permanecerán reunidos las reformas urgentes que se necesitan para mantener activa una comunidad que, durante los últimos años, ha perdido la relevancia de la década precedente. Tanto que a la pasada cita de Asunción solo asistieron 10 de los 21 jefes de Estado y de Gobierno. Por ello, don Juan Carlos destaca en su alocución que es el momento, y la intención de España, de dar «un impulso renovado a las cumbres y reforzar la relación entre los países que las conforman».

«Esta cita llega en un momento de importantes transformaciones para Iberoamérica como resultado de su dinamismo económico, su profundización democrática y los avances en la integración regional», resalta don Juan Carlos para plasmar una realidad en la que España, sumida en una profunda crisis, ha cedido el testigo de la supremacía económica a las emergentes potencias del otro lado del Atlántico. Ante este nuevo mapa socioeconómico, el Rey reconoce que el escenario global ha cambiado, pero no los principios en los que se fundamentan las cumbres nacidas hace ahora 21 años: «Los valores democráticos, la libertad, la igualdad y el progreso».

Son los mismos que rigieron, afirma el monarca, la Constitución de Cádiz de 1812, que sirvió de embrión a España y al resto de países iberoamericanos para haber llegado hoy día a consolidarse como estados democráticos. Las referencias a la Carta Magna de 1812 que ha querido enviar la Casa Real no solo se perciben en las palabras, sino también en las imágenes. En el vídeo, el monarca aparece escoltado en una cuidada puesta en escena por una edición de la bicentenaria Constitución, que vino a dotar de los ideales liberales de la época a una nación que aún se extendía a ambos lados del Atlántico y que fue elaborada por «parlamentarios de ambos hemisferios». «El espíritu e ideales de los responsables que participaron en su elaboración siguen aquí vigentes con nosotros, guiando la acción de quienes hoy ejercen las responsabilidades de gobernar a esta gran comunidad de 600 millones de personas», subraya el Rey.

Nuevas tecnologías

El inédito uso de YouTube por parte de la Casa Real para difundir un mensaje del Rey viene a sumarse a su reciente iniciativa para aproximar la Corona a la ciudadanía. En su afán por adecuarse a las nuevas tecnologías, la propia web de la Casa Real ha sufrido un profundo lavado de cara. El pasado mes de septiembre la página estrenó un nuevo formato en el que se introdujeron vídeos, fotos inéditas y cartas de don Juan Carlos.

La incursión ahora en el portal de vídeos de referencia mundial parece un paso más en el propósito de la Corona de mostrarse más cercana. No solo a la población española sino también a la iberoamericana. Según arrojan los datos del último Latinobarómetro, don Juan Carlos goza entre los países sudamericanos de una aprobación del 5,9, solo por detrás del presidente y candidato a la reelección de EE UU Barack Obama y la mandataria brasileña Dilma Roussef.