El presidente de la Unión Europea, José Manuel Durao Barroso, y la canciller alemana, Angela Merkel, ayer, en Berlín. :: EFE
Economia

La Unión Europea sostiene que los ajustes de Rajoy ya dan frutos

Merkel se plantea una bajada de impuestos para estimular la economía europea ante las previsiones de frenazo en su país

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La UE destacó ayer que los esfuerzos de España empiezan a ofrecer los primeros frutos. El presidente de la Unión, Herman Van Rompuy, remarcó que la economía española gana enteros en materia de competitividad y que las exportaciones mantienen una esperanzadora tendencia alcista. Angela Merkel, que ya ha podido constatar que la crisis de la zona euro golpea directamente a su país, también contribuyó a animar la jornada al anunciar que estudia una bajada de impuestos para ayudar a «reactivar» la economía europea.

Van Rompuy ofreció su perfil más optimista durante una conferencia en Bruselas. El responsable comunitario explicó que enderezar el rumbo económico de la zona euro está llevando «más tiempo del esperado». A su juicio, este retraso tiene su justificación porque algunos países han acumulado «años e incluso décadas de mala administración». La situación, sin embargo, empieza a cambiar gracias a los esfuerzos de los gobiernos con las reformas estructurales. «Solo hay que mirar el aumento de la competitividad y el rendimiento de las exportaciones en España, Portugal e Irlanda», indicó.

El exprimer ministro belga admitió que, en campos como el crecimiento o el desempleo, las diferencias entre socios son todavía muy notables. Pese a que en muchas ocasiones ha citado expresamente como una de sus grandes preocupaciones la elevada tasa de paro juvenil en España, ayer insistió en que la zona euro va «por buen camino». Según agregó, estas dificultades podrán superarse en «una segunda fase» una vez que las reformas y los ajustes presupuestarios adquieran toda su dimensión. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, se contagió del buen ánimo de su colega y también reconoció los esfuerzos de España. «Tengo mucha confianza en la economía española. Puede ser y es muy competitiva en muchos sectores», apostilló.

En un plano más general, el presidente de la Unión celebró «el aumento de la confianza en el futuro de la zona euro». Como prueba de la tregua en los mercados, recordó el «espectacular» descenso de las primas de riesgo con respecto a los niveles alcanzados durante el verano. El líder comunitario abogó por afianzar esta situación con un nuevo impulso a la integración de la moneda única durante la cumbre de presidentes de la próxima semana con la unión bancaria como objetivo.

Limar diferencias

El mayor escollo para avanzar en la creación de un supervisor bancario común es Merkel. A la canciller alemana no le gusta la propuesta de Bruselas y exige que el vigilante único se ciña a las entidades de mayor tamaño. Antes de final de año, a los socios europeos les quedan dos citas para rematar las negociaciones. En una perspectiva a medio y largo plazo empieza a calar la idea de un presupuesto común de la moneda única que ayude a los países a hacer frente a la subida de los gastos sociales por el impacto de la crisis. Van Rompuy también planteará en el encuentro de los Veintisiete que se firmen contratos con incentivos para reforzar la obligatoriedad de las reformas.

Pese a que en los últimos días se ha reabierto el debate sobre la austeridad excesiva por los llamamientos del Fondo Monetario Internacional, los socios no tocarán esta cuestión. Alemania, en cambio, ofrece signos de que serían necesarias medidas económicas más expansivas. Aprovechando que su déficit se encuentra bien por debajo del umbral sagrado del 3%, Merkel anunció que su «deber» pasa por intentar reactivar la actividad en Europa. Para ello, desveló que se plantea una bajada de impuestos como la aprobada por Italia que revitalice la demanda interna y las importaciones de otros países comunitarios, España entre ellos.

Merkel abrió su puño de hierro ante las previsiones de los principales institutos económicos de Alemania, para los que el país no podrá esquivar por más tiempo la crisis de la zona euro, al crecer este año por debajo del 0,8%.