La pirotecnia se cobra 103 heridos en las fiestas de Elche

La Nit de l'Albà, una de las citas más destacadas de las fiestas de Elche y en la que la pólvora tiene un especial protagonismo, se saldó con 103 personas atendidas, 23 de las cuales resultaron heridas al prenderse de forma accidental la conocida 'Palmera de la Virgen' minutos antes de lo previsto.

Del total de personas heridas en este espectáculo pirotécnico, en el que numerosos cohetes configuran la silueta de una palmera en honor de la Virgen de la Asunción y que se lanzan desde la torre de la basílica de Santa María, solo una permanece hospitalizada en la Unidad de Quemados del Hospital General de Alicante. Se trata del responsable de la pirotecnia encargada este año del lanzamiento de la Palmera, Vicente Albarranch, de 56 años. Los médicos apuntaron que aunque muy grave, clínicamente se encuentra estable y no se teme por su vida a pesar de que el pirotécnico presenta quemaduras de distinto grado en casi el 60% de su cuerpo. Los 22 heridos restantes en este percance, dos de ellos con pronóstico grave, fueron atendidos en centros sanitarios o de salud de Elche y dados de alta.

Según los primeros indicios, un cohete entró en la parte inferior del soporte de la instalación pirotécnica en el mismo momento en que se descubría la 'Palmera de la Virgen' para su inmediato lanzamiento, lo que provocó que se encendieran antes de tiempo las decenas de elementos de artificio que la conforman. En ese momento, media palmera estaba aún cubierta con la lona, lo que desvió la trayectoria de los cohetes, muchos de los cuales cayeron al suelo tanto de la torre donde estaba la instalación pirotécnica como de las calles adyacentes. A pesar del perímetro de seguridad que cada año se habilita alrededor de la basílica, algunas personas resultaron heridas al caer los cohetes sobre ellas.

Además, otras ochenta personas, una de ellas de gravedad, fueron asistidas en centros hospitalarios y de salud de Elche , así como en los puestos sanitarios instalados en varios puntos de la ciudad, principalmente por quemaduras, golpes y caídas. La mayor parte de esas atenciones se produjo como consecuencia de la denominada 'guerra de carretillas', un acto tradicional que se celebra a continuación del disparo de la 'Palmera de la Virgen' y en el que los participantes se lanzan 'petardos voladores' unos contra otros en un área acotada y vallada.