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'Curiosity'

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California, 6 de agosto de 2012. En la sala de control de la NASA no son aún conscientes de que acaban de hacer historia. El objetivo de la misión iniciada hace unos meses empieza a ver la luz. Al tocar el suelo, en su aterrizaje, la 'Curiosity' ha arrollado a un 'felis catus' que se encontraba sobre un bloque de piedra. Ha seguido su camino junto al mar para empezar a mandar las primeras muestras de un territorio aún desconocido para los expertos. Aunque las imágenes que transmite la 'Curiosity' son en blanco y negro, es fácil apreciar que se trata de una superficie arenosa sobre la que hay vida, sin duda, mucha vida.

En la zona polvorienta se elevan numerosos artilugios que producen sombras. El robot se ha mezclado entre unos homo sapiens que deambulan de forma relajada hasta que se percatan de la presencia de un extraño objeto. La sonda inicia su periplo y se detiene ante un nuevo corrillo de homínidos con distintos objetos: una mesa, una nevera compacta... y hasta una camilla sobre la que hay un espécimen de epidermis rojiza y humeante. La siguiente parada le lleva ante unos ginecoorganismos longevos con hábitos estampados que vigilan y cuidan a un nutrido grupo de pequeñas crías. Estas últimos se percatan de la novedosa presencia y abandonan a un ser que vende piensos infantiles para tratar de alcanzar a la 'Curiosity'... El robot sortea los obstáculos que se encuentra a su paso: cubos, palas y otros artefactos que conviven desperdigados... Desde la NASA captan algunas palabras sueltas sin entender muy bien el sentido: 'bastinazo', 'quillo', 'guashirnai'... La sonda muestra al detalle todo lo que le rodea y traslada también la imagen de una superficie líquida: el mar. Pasan unos días y mientras las autoridades en California tratan de localizar tan espléndido lugar, la 'Curiosity' se ha convertido en un elemento más del paisaje. El robot se siente desolado porque no sabe dónde está y al abandonar la zona polvorienta un homo sapiens le grita: «¡hasta luego 'Jartiblity'!». Desde la NASA lo tienen claro: «sólo puede tratarse de Cádiz».