¿CAMBIO DE CICLO?

Más de una vez había señalado el periodista francés Frédéric Hermel que el glorioso ciclo de éxitos del Barcelona había llegado a su fin. Ahora bien, cada vez que el galo sacaba a relucir la frase, los azulgranas se encargaban de tapar su boca a base de títulos y más títulos, de actuaciones estelares y de resultados para la historia. Estaba claro que Hermel no se ganaría nunca la vida como adivino.

Pero todo llega. Bien es cierto que el equipo dirigido por José Mourinho no cede y sigue liderando la clasificación liguera con una firmeza absoluta. También lo es que el Barça tendrá que luchar al máximo y rezar para evitar que los blancos no se coronen campeones. ¿Fin o cambio de ciclo? Todavía queda mucha tela que cortar y está por ver si eso acaba sucediendo. También queda conocer el nombre del campeón de la Liga de Campeones, que puede acabar en las vitrinas del Camp Nou o del Santiago Bernabéu.

Pero más allá del fútbol, el primer paso se dio ayer en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Allí sí hubo un cambio de tendencia y el Real Madrid, curiosamente, se proclamó campeón de la Copa del Rey en la Ciudad Condal y ante el mismísimo Barça. Una sensación extraña para los aficionados culés, acostumbrada en los últimos años a derrotar con asiduidad a los merengues en el mundo de la canasta. Y es que, por si fuera poco, de no poder vivir una final copera (en este caso de fútbol) en el Santiago Bernabéu han tenido que conformase con ver a Felipe Reyes levantar el título copero en la Ciudad Condal.

Llull y Carroll (ambos con 23 puntos) lideraron la gesta y el equipo de Pablo Laso salió por la puerta grande. Casi 20 puntos de diferencia (74-91) dejaronclaro que no fue solo cuestión de suerte. Hermel había acertado en su pronóstico (algunos años después). El deporte tiene estas cosas.