Miembros del SAT y parados de Espera, durante la protesta en una de las entidades bancarias. :: A. ROMERO
Sierra

Unos 400 vecinos de Espera paralizan la actividad de los bancos

Hacen una llamada a la «rebelión pacífica» para pedir un plan de empleo y alertan de la importancia del PER para los pueblos

ESPERA. Actualizado: Guardar
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«Espera ha sobrepasado el límite y no puede aguantar más la situación». El alcalde de la localidad, Pedro Romero (IU), lo manifestaba así en una nueva protesta organizada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Unas 400 personas secundaron una concentración que comenzó a las once de la mañana y que se prolongó hasta las 12.30 horas. En ese tiempo, el grupo de vecinos iniciaron una caminata improvisada hacia el Ayuntamiento pero en el camino decidieron paralizar la actividad de las cuatro entidades bancarias de la localidad: La Caixa, Caja Rural, Banco Popular y Cajasol. Solo cinco minutos bastaron para paralizar, de manera pacífica, toda la actividad económica de la localidad.

Durante la protesta no se produjo ningún altercado y ni siquiera tuvo que aparecer la Guardia Civil. El alcalde encabezó toda la acción con la que «queremos señalar a algunos de los culpables de la crisis: los banqueros», aseguró. Además, recalcó que «no vamos a parar y ante una situación dramática, como esta, vamos a responder con lucha, pelea y rebeldía pero siempre de manera pacífica» y añadió que «para los bancos esto es un aviso, deben de ponerse las pilas y aflojar las clavijas sobre las familias porque no debe de pasar nada si se deben tres o seis recibos de hipoteca por no poder pagarla y además tienen que terminar con esas prejubilaciones millonarias de sus directivos, entre otros muchos avisos».

Cosa de todos

Los clientes que estaban en las diferentes entidades, en el momento de la llegada de los manifestantes, fueron invitados a salir de ellas, algo que hicieron sin problemas, y a los trabajadores les solicitaron que pararan de trabajar y tampoco pusieron resistencia. A las puertas de Banco Popular y Cajasol se concentraron jornaleros del campo, parados de la construcción y un nutrido grupo de jubilados y amas de casa e incluso hasta el propio párroco del pueblo, Antonio Aguilar, quien reconocía la delicada situación que vive el pueblo y que está haciendo que se disparen las peticiones de ayuda. «Esto es un problema de todos», destacaba el alcalde, quien recordaba que el municipio tiene unos 1.200 parados, si se tienen en cuenta el número de personas que reciben la renta agraria y que no cuentan como parados para las estadísticas del INEM y el SAE, algo desorbitado para un municipio con solo 4.000 habitantes.

Entre las reivindicaciones urgentes que hace el SAT se encuentra la de que se ponga en marcha un plan de empleo especial y se elimine la necesidad de reunir 35 peonadas para poder cobrar la renta agraria. Romero recordaba que «ahora es complicado juntarlas y eso está llevando a que se tengan las peonadas como se tienen y se paguen como se pagan». Además, también se mostró la disconformidad tan rotunda que tendría Espera ante una «posible eliminación del PER», destacó el alcalde, recordando que «sin estas ayudas Espera moriría». Romero recordó que con el PER las familias de la localidad reciben unos 4,2 millones de euros al año y «a estas alturas no sabemos qué va a pasar con él este año».

Pedro Romero aseguró que «la rebelión está en marcha y no tiene vuelta atrás» y recordó que otras localidades como Bornos, Puerto Serrano, Villamartín o Trebujena ya están organizando y celebrando protestas y «al resto de municipios tendremos que despertarlos porque la única forma que tenemos los trabajadores de no perder derechos y ganarlos es con la lucha, tomando las calles y haciendo todo el ruido que haga falta hacer».