El Gobierno concede otro indulto a Montes para excarcelarlo

Un mes después de que el Gobierno socialista en funciones conmutara parcialmente las penas pendientes a Manuel Montes Neiro, el preso común más antiguo de España, el Ejecutivo del PP aprobó ayer un nuevo indulto que facilitará su definitiva excarcelación. Se trata de una última condena de 13 años por robo con violencia e intimidación y detención ilegal, cometido en una de sus fugas en 2006, que complicaban su salida de prisión. La familia de Montés Neiro celebró que «por fin se haga justicia» y calculó que en menos de tres semanas estará libre.

El nuevo indulto de Montes Neiro fue aprobado ayer por el Consejo de Ministros, circunstancialmente el mismo día en que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba los otros dos que le concedió al anterior Gobierno el pasado 16 de diciembre, referidos a una condena de cuatro años y medio de prisión por los delitos de robo en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas y detención ilegal y una pena de multa por una falta leve.

Ahora será la Audiencia Provincial de Granada la que deberá hacer la liquidación de condena del reo y decidir sobre su excarcelación, que inicialmente estaba prevista para el 2 de septiembre de 2021. Además, el primer indulto parcial se hizo con la condición de que no delinquiera en un plazo de cuatro años.

Desde su primer ingreso en prisión en 1966, con tan sólo 26 años, Montes ha ido enlazando condenas y fugas. Protagonizó seis huidas entre 1978 y 1986 hasta que volvió a quedar en libertad condicional en 1994. Regresó a la cárcel en 1997 tras cometer diversos delitos y volvió a evadirse en otras dos ocasiones, una en 2003, cuando estuvo tres años huido, y la última en 2009 aprovechando un permiso extraordinario por la muerte de su madre, aunque fue detenido veinte días después. En total ha estado preso casi 36 años.

Los familiares de Montes Neiro solicitaron su indulto al Ministerio de Justicia alegando motivos de salud, aunque según fuentes penitenciarias no padece patologías importantes, ya que la hepatitis C que sufre es una enfermedad crónica que se da en uno de cada cuatro reclusos.