Las trabajadoras de Acasa comprobaron 'in situ' el mal estado de los autobuses y la facilidad con la que se averían en mitad de una de sus protestas. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

Urbanos Amarillos incumple el acuerdo de abonar los atrasos para frenar la huelga

La plantilla de los autobuses, que inició ayer la novena semana de paros, advierte de que seguirá «en la lucha»

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Suma y sigue. Como cada lunes desde el pasado 8 de agosto, que fue cuando comenzó la huelga del transporte público más larga de la historia de Jerez, la ciudad amanece marcando otra semana más de paros en el calendario. Y ya son nueve las que suma esta protesta a la que parecía que se iba a poner fin ayer una vez que Urbanos Amarillos, la empresa concesionaria del servicio, comenzara a abonar las nóminas y a cumplir el resto de medidas acordadas con la plantilla.

Pero ayer, el día comprometido para empezar a pagar los atrasos -después de que se diera luz verde al canje del aval con los bancos-, los trabajadores ni recibieron noticias ni, lo que es peor, recibieron el ingreso de los miles de euros en sueldos que se les adeuda desde el mes de junio.

El portavoz del comité de empresa de Urbanos Amarillos, Ángel Morales, recalcó ayer que ni la concesionaria municipal y ni el gobierno local contactaron con ellos para darles explicaciones de cuándo se realizará la transferencia, por lo que lamentó que «hay un 99% de posibilidades de que pasemos un día más sin cobrar».

O algunos más, ya que como informaron ayer a este medio algunos representantes de los empleados de la concesionaria del transporte, todo el trabajo realizado por sus compañeros de administración para preparar las nóminas pendientes -para lo que estos empleados abandonaron la huelga hace días- y hacer efectivo el pago «ha sido en balde», ya que no se habían aplicado correctamente los descuentos por la huelga y «ahora toca repetir de nuevo todo el papeleo».

Esa circunstancia, unida a la falta de noticias de la empresa, hacen presagiar que el conflicto de los autobuses aún se va a alargar varios días más agravando no solo el mazazo que está sufriendo el centro de Jerez por la repercusión económica de la falta de transporte, sino sobre todo la complicada situación que están viviendo los empleados de Urbanos Amarillos. «Algunos ya se están enfrentando a embargos, no tienen ni qué poner en la mesa y comen en casa de los padres y las penurias continúan», exponía ayer el secretario del comité de empresa, Juan González.

Los representantes de la plantilla de la concesionaria, que ayer volvieron a desplazarse a pie junto a sus compañeros hasta la puerta del Consistorio, donde se concentraron, dejaron muy claro que en esta situación y después de ocho semanas de paros indefinidos, van a «seguir peleando» por lo suyo.

En palabras del secretario del comité, Urbanos Amarillos «no tiene el menor interés en el transporte urbano de Jerez, y lo que está claro que es la única solución de futuro es que venga otra empresa que sea financieramente fuerte, que haga una apuesta por un servicio de calidad y que tenga como objetivo principal recuperar viajeros».

Por ese motivo, desde la plantilla de la concesionaria insisten en que el ejecutivo local debe dar un paso más en este conflicto y «coger el toro por los cuernos». «La actual empresa se ha embolsado ya desde mayo, cuando se firmó la concesión definitiva, alrededor de tres millones de euros de la subvención anual de alrededor de 7,6 millones, pero por el contrario no ha hecho ni el mínimo esfuerzo para poner orden», insistía González, que añadía que «se siguen perdiendo usuarios, el material con el que trabajamos es obsoleto y hay que salir como sea de esta situación».

Por eso animan al Ayuntamiento a rescatar de forma provisional el servicio hasta que se llegue a un acuerdo con una empresa potente -como es Alsa, que ya optó a la concesión- que se haga cargo de él. «Los trabajadores vamos a dar el 150% por sacar adelante el servicio», remachó el secretario del comité, aunque también dejó claro tras las advertencias lanzadas por el ejecutivo local que «no sobra plantilla si se quiere ofrecer la mayor calidad posible, y nuestro convenio colectivo no es mejor que el de los empleados de los autobuses de otras ciudades como Madrid, Sevilla, Málaga o Huelva, gobernadas por el PP y donde el servicio es municipal».

Diseñando mejoras

Al hilo de la situación, el concejal responsable del área de Movilidad, Agustín Muñoz, explicó ayer en un comunicado que el nuevo Plan de Movilidad en el que trabaja la delegación tiene como objetivo prioritario mejorar las líneas de autobuses en la ciudad y no blindar el centro, intentando así dar respuesta a los ciudadanos que mayoritariamente son los que utilizan este medio de transporte.

Muñoz explicó que «desde la delegación se está trabajando en un nuevo plan en el que el que se fomentará el uso del transporte urbano en la ciudad con propuestas encaminadas a evitar el blindaje del centro».

El edil dejó claro que la elaboración de este plan se hará teniendo en cuenta la opinión de todos los sectores implicados, incluidos aquellos que se han sentido olvidados con el último plan del gobierno anterior, y se someterán a debate en la mesa de movilidad que se puso en marcha en el inicio de la legislatura. «La idea es hacer el centro más accesible y transitable, mejorando las líneas de autobuses», señaló el concejal.

A este respecto, Muñoz comentó que el próximo jueves se celebrará una nueva reunión de la mesa de movilidad en la que se irá avanzando en las propuestas que contribuyan a mejorar la movilidad de la ciudad y a potenciar el uso del autobús, ya que en los últimos años se ha producido una importante caída del número de viajeros.