MODA

«Los buenos vestidos deberían estar hechos solo para llevarse un día»

El diseñador gallego afincado en Andalucía repasa sus diez años de trayectoria en South a través de una exposiciónRoberto Diz Modisto

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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De Kuwait a la boda del príncipe Alberto de Mónaco. De la aristocracia sevillana a la alfombra roja de los festivales de cine. Roberto Diz no puede quejarse de su trayectoria como modisto. Reconoce que le seduce la vertiente más elitista de la moda y que trabaja sobre todo para sus clientes privados dentro y fuera de España. Ahora, la pasarela South, a la que está íntimamente ligado, dedica un homenaje a sus diez años de trayectoria a través de una exposición de sus mejores trajes de noche.

-¿Qué ha sido lo más duro de esta década?

-Siempre son los inicios, pero para mí fue darme cuenta de cómo era el negocio y la industria de la moda en España, después de mi paso por Cibeles. Ha sido difícil comprobar que hay que luchar mucho y que el prêt à porter en España se vende poco.

-De los vestidos que se exhiben en South, ¿cuál le resulta más especial?

-Escogí una muestra de mi concepto global de la moda. De los diez expuestos, los pertenecientes a la colección roja son los más oscuros y cárnicos, los que representan mejor cómo es mi interior.

-¿Cuál es la gran diferencia entre una pasarela como Cibeles y South?

-El presupuesto, pero también que Cibeles es cerrada, menos permisiva. Lo bueno de South es que es más arriesgada. Siempre se exhiben cosas más interesantes en las jóvenes plataformas. Cibeles es más comercial.

-¿Cuándo se dio cuenta de que la moda sería su vida?

-Dibujé mi primera colección con seis años. Mi abuela era modista y me enseñó mucho. Por ejemplo, algo fundamental como que la ropa debe ser creada al servicio del individuo, por eso odio el concepto de 'fashion victim'. La moda no te puede sorber el seso.

-¿Tiene referentes?

-Los clásicos, los realmente innovadores. Chanel, Balenciaga, Dior, Yves Saint Laurent...

-Le interesan sobre todo las producciones modestas...

-Sí, los clientes privados. Me gusta vestir a las personas que quieren ser diferentes, que no les gusta el producto masivo, aunque sea caro.

-Tengo entendido que tiene muchas clientas extranjeras...

-Sí, aunque cada vez me estoy centrando más en vestir a la aristocracia andaluza. No obstante, he tenido tres vestidos en la boda del príncipe Alberto, tengo clientas árabes, rusas...

-¿Qué diferencia hay entre sus clientas españolas y extranjeras?

-Las extranjeras gastan más y quieren diferenciarse de todo lo demás. Las españolas todavía quieren sentirse parte del grupo.

-También viste a 'celebrities'.

-No es el mundo que más me interesa pero no soy tonto, claro que me gustaría vestir a estrellas como Penélope Cruz, Julianne Moore, Cate Blanchett...

-Ha defendido la innovación con la piel de Ubrique.

-Sí, el proyecto ha dado buenos resultados. Se consiguió que los productores adquirieran una visión diferente, lo más difícil.

-¿En qué trabaja ahora?

-Uff, tengo que hacer cincuenta vestidos de novia.

-¿Le inspira este tipo de diseños, aunque se luzcan solo un día?

-Los buenos trajes deberían ser solo para un día.