El PP convocará una mesa de diálogo para reordenar el transporte urbano

Una de las herencias menos apetecibles con la que se encontrarán los populares nada más aterrizar en el Ayuntamiento es la delicada situación en la que han quedado las concesionarias tras el progresivo endeudamiento municipal. De entre todas ellas, la que probablemente haya dado más quebraderos de cabeza al equipo de gobierno y más preocupación haya despertado en los ciudadanos es la responsable del servicio de autobuses urbanos.

La alcaldesa electa, María José García-Pelayo, consciente de que las circunstancias en las que desarrolla su actividad Urbanos Amarillos son, cuanto menos, mejorables, se reunió en la tarde del pasado lunes con la empresa para abordar la situación y saber de primera mano con qué se encontrará cuando llegue al cargo. La popular destacó el tono «cordial» que marcó un encuentro en el que los números, como no podía ser de otra forma, constituyeron la tónica dominante.

Como contó García-Pelayo, una de las cuestiones que le trasladó la dirección de la compañía fue la inquietud con respecto al canon que el Consistorio se comprometió a abonar desde que se firmara la concesión definitiva, el pasado 12 de mayo. Según la empresa, el contrato incluía el pago mensual de 586.000 euros, y desde el primer momento la alcaldesa les reconoció que solo pagaría 300.000 euros.

«Resulta llamativo -declaró la futura regidora-, que se firme un contrato y ya de antemano se advierta que no se va a pagar todo, cuando existe un compromiso. Lo que nos preocupa es que si el Ayuntamiento no cumple con la empresa, ésta a su vez tampoco lo hace con los trabajadores». Por ello, el gobierno popular se planteará como uno de los objetivos fundamentales en este sentido el abonar íntegramente el canon ya fijado, porque de lo contrario «la concesión se resentirá».

Reducir el canon

El número de usuarios del transporte urbano es inversamente proporcional a la cuantía que el Ayuntamiento deba pagar a la concesionaria, por lo que lo ideal es incrementar al máximo la cantidad de ciudadanos que utilicen el autobús urbano. Para ello, el PP ha adelantado que convocará una mesa de diálogo en la que intervengan todos los sectores implicados (vecinos, comerciantes, conductores...) con el fin de elaborar otro plan de movilidad que reorganice el servicio de transporte urbano.

Entre otras cuestiones, se abordará la renovación de la flota, la reducción de la frecuencia, la mejora en la información sobre las líneas y la fijación de una tarifa «asequible». Una serie de medidas con las que el gobierno entrante pretende recuperar esos dos millones de pasajeros que según los populares se han perdido desde que se aprobó el plan de movilidad del gobierno en funciones.