Los incendios pequeños se han sucedido desde que abrió la planta en 1998. :: EFE
ANDALUCÍA

Un vertedero peligroso

Medio Ambiente intensifica los controles después de incendios y vertidos al río Tinto, además de la polémica por la basura de Italia La planta de residuos tóxicos de Nerva suma incidentes que cuestionan su gestión

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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«Se nos está acabando la paciencia». Esta frase pronunciada el pasado jueves por el consejero de Medio Ambiente, Juan José Díaz Trillo, en referencia a la gestión del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva ha puesto el foco en una de las instalaciones envuelta en polémica desde su apertura en 1998. La planta, ubicada sobre lo que fue una mina a cielo abierto en las inmediaciones de Río Tinto y rodeada de parajes protegidos, trata tanto residuos peligrosos como otros, es la única de este tipo en Andalucía y una de las más grandes de España. Su gestión corre por cuenta de Befesa, filial de Abengoa. El pasado año recepcionó 366.674 toneladas de residuos, unas quince mil peligrosas.

Hacia esta empresa, una de las españolas de mayor reconocimiento internacional en gestión medioambiental, se dirigían las palabras del consejero tras el cúmulo de incidentes sucesivos en la planta ubicada a menos de un kilómetro del casco urbano del pueblo onubense. Al menos cuatro accidentes de camiones contenedores con desechos industriales ocurrieron en los últimos meses en las inapropiadas carreteras, con el derrame de vertidos según la empresa no peligrosos, pero no se descarta que sí tóxicos; También hubo un ncendio en abril que hizo saltar todas las alarmas y que se suma a otros. Pero ha sido el vertido al río Tinto detectado por los Servicios de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, también en abril, lo que ha colmado la paciencia de Díaz Trillo. En teoría pequeños desastres, pero que mantienen en vilo a la población de esta comarca.

Acta de infracción

Los agentes abrieron un acta de infracción y enviaros las muestras recogidas para su análisis después de que se denunciara que se había conectado una tubería desde el canal perimetral de la planta al cauce del río Tinto para evacuar agua de manera ilegal. Befesa, que admite la evacuación del líquido, sostiene que este no está contaminado porque se trata de aguas de lluvia que nunca entraron en contacto con los residuos tóxicos. Los análisis dilucidarán si hay o no contaminación en un cauce declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) por parte de la Unión Europea por su peculiar ecosistema.

La Junta está pendiente de este análisis para decidir posibles sanciones a Befesa. Mientras tanto, ha ordenado una vigilancia permanente de la planta a los agentes medioambientales y ha emplazado a Befesa a llevar a cabo un plan de acción a corto plazo que corrija los fallos de seguridad en las instalaciones y el vuelco de camiones con el posterior derrame de residuos contaminantes. «La gestión de residuos no es compatible con la incertidumbre y estos episodios, aunque puedan tener un carácter menor, se suceden con mucha cercanía en el tiempo y hay que evitarlos», manifestó Díaz Trillo el pasado jueves.

Aunque los ecologistas creen ver la influencia de las elecciones en las palabras del consejero, celebran que este por fín haya levantado la voz contra Befesa, pero piden que pase de las palabras a la acción. Tanto Ecologistas en Acción como Greenpeace han venido objetando desde siempre el lugar y el modo como se tratan residuos peligrosos y tóxicos en el vertedero de Nerva, al que llegan restos no sólo de Andalucía o España, sino también de regiones comunitarias, especialmente de Portugal e Italia.

La autorización para el tratamiento de unas 80.000 toneladas de residuos del norte de Italia meses atrás desencadenó una polémica que aún perdura. Greenpeace denunció que parte de esos residuos, llegados a Nerva desde el puerto de Génova y que proceden de vertederos de una fábrica de productos químicos cercana a Milán, son altamente tóxicos. Señalan una cantidad aproximada a 25.000 toneladas. La organización ecologista sostiene que puede tratarse de nerofumo o 'negro de carbón', derivado del petróleo y con efectos cancerígenos. Basa sus sospechas en la investigación de su organización en Italia y en lo que la prensa de este país publicó al respecto, según explica en su informe 'Tráfico de residuos en la Unión Europea'.

La Junta lo niega

Aunque se trata de un sector liberalizado, este tipo de traslados debe contar con la autoridad en Medio Ambiente tanto del país emisor como del receptor. La Junta de Andalucía niega que haya autorizado la entrada de residuos peligrosos y que los llegados de Italia no lo son, pese a lo que la prensa de aquel país publique. Es más, la Consejería sostiene que ni en 2009 ni en 2010 se dio el visto bueno a la admisión en Nerva de residuos peligrosos procedentes de terceros países.

Entre 2007 y 2008 sí fueron recepcionadas en Nerva cerca de 23.000 toneladas de restos peligrosos procedentes de Portugal, aunque tampoco ninguno de Italia, según datos de Medio Ambiente.

Greenpeace, sin embargo, no está conforme y mantiene varias interrogantes sobre la composición de los restos llegados desde Italia a Nerva. Para esta organización ecologista, Andalucía corre el peligro de convertirse en «el vertedero de Europa sin que nadie haga nada por remediarlo».