Estado del patio de Novena, 1 hace tres años. :: LA VOZ
EXTERIORES ROBADOS

EL SAQUEO DE CÁDIZ

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Las reliquias del tiempo llenaban el patio (Novena, 1) con su aura. Los gemelos brocales, preciosas piezas monolíticas talladas en mármol, documentaban el alto ideal urbano de la ilustrada clase comercial transatlántica; los obsequiosos pescantes de forja, encrespados de volutas barrocas, retenían un tiempo de aljibes y agua silenciosa; los gastados mármoles del pavimento seguramente correspondían a la remodelación que vivió la ciudad durante la segunda mitad del XIX; la finísima cancela que sobre la puerta del patio filtraba la luz declaraba el gusto estético del esplendor isabelino.

Ahora de eso no queda nada. Hace tres años una promotora acometió una rehabilitación; las huellas del tiempo fueron borradas; las obras de arte desaparecieron. Esta vez lo hemos sabido gracias a un imprescindible reportaje de Nuria Agrafojo ("¿Dónde están los brocales?", La Voz de Cádiz, 25/03/2011); la mayoría de las veces, nada trasciende. Esta vez la finca gozaba de un Nivel de Protección 2, que obliga a conservar tales elementos; pese a ello, el Ayuntamiento de Cádiz no ha hecho nada.

La excelencia histórico-artística de Cádiz no se basa en monumentos singulares, sino en la pervivencia de un conjunto excepcionalmente completo. Al ritmo actual de pérdidas, Cádiz no tardará en perder su singularidad. Es clamorosa la necesidad de campañas de sensibilización entre vecinos y profesionales, y de protocolos urbanísticos. ¿Por qué no se están catalogando, en este tiempo de derroche conmemorativo, los elementos singulares del patrimonio gaditano (brocales, portones, patios, azulejos, herrajes.)? ¿Por qué no señala el Ayuntamiento, antes de emitir un permiso de obras, los elementos a conservar? ¿Cuándo terminará el saqueo de Cádiz?