Jerez

La Cooperativa Virgen de la Caridad se siente engañada por Nueva Rumasa

La entidad sanluqueña asegura que la compañía de la familia Ruiz-Mateos le adeuda alrededor de 14 millones de euros

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La Cooperativa Virgen de la Caridad de Sanlúcar hizo ayer público su malestar, a través de un comunicado con Nueva Rumasa, al que considera el culpable de la situación «insostenible» que está padeciendo. Y aprovechó para hacer un repaso a los acontecimientos que de unos año a esta parte han provocado que se encuentre como está en la actualidad. Se remonta, así, hasta 2003 y sigue hasta diciembre de 2010, fecha en la que, según apunta, «tras una nefasta gestión de la junta rectora que gestionó la cooperativa» se vendió la bodega Caydsa a Nueva Rumasa.

Y asegura que en estos momentos atraviesa «sus peores momentos en 52 años de existencia». Apunta que «los numerosos impagados de pagarés procedentes de la venta de Caydsa y de las cosechas de 2007 y 2009, unido a la deuda no vencida, hace que la situación sea crítica» para ellos.

Señala que el montante de la deuda de Nueva Rumasa con la Cooperativa Virgen de la Caridad asciende a «aproximadamente 14 millones de euros». Añade que los socios «tienen pendientes de cobrar las cosechas de 2008 y 2009», y que la de 2010 «está todavía pendiente de vender».

En el mismo comunicado explica que la nueva junta rectora, salida de las elecciones de diciembre de 2010, «se está moviendo a todos los niveles posibles -administraciones públicas, entidades de crédito, etc- al objeto de buscar alternativas a esa situación crítica, a sabiendas de lo difícil de la situación».

También aprovecha para agradecer a sus socios «la tolerancia con la que viven en estos momentos». Y concluye señalando que «todas las promesas desde la reunión el pasado 13 de enero en la casa de José María Ruiz-Mateos (padre) en Somosaguas y las numerosas reuniones mantenidas posteriormente, han sido incumplidas», motivo por el cual dice que se sienten «totalmente engañados».

Carcesa

Por otro lado, Nueva Rumasa informó ayer que Carcesa, como propietaria de las marcas Apis y Fruco, reinició su actividad en sus tres fábricas ubicadas en Mérida, Don Benito y Montijo. Después de que presentara concurso voluntario, afirma se empiezan a ver los resultados positivos de la actuación «ya que se ha reiniciado la actividad gracias a la disposición de 7,5 millones de euros en materia prima».