Una familia con pocos recursos pierde su casa en un incendio

Sus vecinos lo definen como alguien «muy activo y muy válido» que por avatares del destino ha atravesado por circunstancias difíciles a lo largo de los últimos años. Desempleado, enfermo crónico y con tres hijos a su cargo, Francisco Javier ha hecho todo lo posible por sacarlos adelante junto a su mujer, que trabaja por horas faenando donde puede.

Ahora, la vida les ha jugado otra mala pasada con el incendio de su vivienda, ubicada en la calle Centuria, que se produjo ayer a eso de las 12.50 horas y que calcinó la casa prácticamente por entero. Afortunadamente, solo Francisco Javier se encontraba en el inmueble en el momento del percance y pudo salir a tiempo, aunque no logró que las llamas se propagaran rápidamente. Las primeras investigaciones apuntan a que pudo tratarse de la mala combustión de una estufa.

Varios efectivos del Parque de Bomberos de Jerez acudieron de inmediato a la llamada de socorro, y se encontraron con que el fuego se había originado en el salón -de unos diez metros cuadrados-, afectando al mobiliario, el sofá, los aparatos eléctricos, y un largo etcétera. Las altas temperaturas dañaron también las paredes y techo, mientras que el resto de la vivienda acabó completamente inundada de humo. Cuando llegaron los profesionales, el propietario de la casa se encontraba en el exterior y tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios debido a una fuerte crisis de ansiedad.

Francisco Javier fue arropado en todo momento por sus vecinos, mientras se llevaba las manos a la cabeza preguntándose qué iba a ser de su familia a partir de ahora. Casualidades del destino, esta misma persona participó en el rescate de otros residentes del Polígono de San Benito cuando sufrieron el incendio de su edificio hace algunos años, lo que el afectado no dejaba de recordar al observar las llamas.

Los Bomberos, por su parte, destinaron ocho efectivos al control y extinción de las llamas con cuatro vehículos. Cuando llegaron, la Policía había acordonado la zona y la puerta de la vivienda estaba abierta. Dotados de equipos de respiración, algunos de ellos procedieron de inmediato a la extinción, mientras que otros inspeccionaron la planta alta. Para sofocar por completo el fuego, fueron necesarios 1.000 litros de agua. Una vez reducido el incendio, el operativo ventiló la vivienda con la ayuda de un turboventilador.

La presidenta de la asociación vecinal Pedro Palma, Paqui Pazos, también se personó en el lugar de los hechos para trasladar su apoyo a la víctima y quiso hacer un llamamiento al Ayuntamiento y los Servicios Sociales para que tomen cartas en el asunto y se hagan cargo de «una familia muy necesitada, que hasta ha estado durmiendo en el suelo porque no tenían ni cama».