Telefónica eleva al 9,7% su presencia en China Unicom y le cede un asiento en su consejo

Telefónica estrecha lazos con China Unicom. Su participación en el gigante asiático se incrementará hasta el 9,7%, asumiendo los actuales precios de cotización, mientras que la compañía asiática se hará con el 1,37% del capital de la operadora española. En el consejo de Telefónica se sentará un consejero en representación de la compañía china desde el momento en que la junta de accionistas ratifique esta propuesta. El presidente de Telefónica, César Alierta, ya es consejero de China Unicom.

El cruce de participaciones supone una inversión recíproca de 367 millones de euros (500 millones de dólares) en cada una de las dos compañías. En concreto, China Unicom comprará 21,8 millones de 'telefónicas' al precio acordado de 17,16 euros, resultante de la media aritmética del cierre oficial de las acciones en la Bolsa de Madrid durante las 30 sesiones de negociación consecutivas que concluyeron el pasado 14 de enero. Telefónica, por su parte, procederá a adquirir a terceros los títulos de China Unicom durante los próximos nueve meses.

La operadora española explica que este nuevo acuerdo da continuidad al alcanzado en 2009. Ese año, cada una de las dos compañías invirtió en la otra el equivalente a 1.000 millones de dólares y ambas suscribieron una alianza estratégica. Este entendimiento se refuerza ahora con el propósito de profundizar en las áreas de compras, plataformas de servicios móviles, mayoristas, tecnologías e itinerancia, entre otras. Los presidentes de las dos compañías, César Alierta, de Telefónica, y Chang Xiaobing, de China Unicom, manifestaron su satisfacción por el nuevo acuerdo. El dirigente de la compañía española destacó el impulso que para los respectivos negocios representa la base conjunta de clientes, 590 millones, casi el 10% de la población mundial.

Por otra parte, Bruselas ha abierto una investigación ante la sospecha de que Telefónica hubiera podido pactar con Portugal Telecom un acuerdo para no competir entre ellas en el mercado ibérico hasta el 31 de diciembre de 2011. El entendimiento, contrario a la libre competencia, se pudo producir en el marco de las negociaciones que ambas compañías desarrollaron para que, a través de la compra de la participación de PT en Brasilcel, la operadora española se pudiera hacer con la mayoría de la brasileña Vivo.