opinión

Ama dominante

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La prima de riesgo de España y otros parientes han forzado al Tesoro a ofrecer el tipo de interés más alto en una década, que por cierto, tiene más de diez años. Se trata de colocar 6.000 millones de euros en bonos. Una cifra que, exceptuados algunos delanteros centro de los grandes equipos españoles, nos produce vértigo a todos. El ciudadano medio, o sea, el que está partido por la mitad, no acaba de comprender la dimensión de su ruina. Sabe que vamos hacia la pobreza, pero no sabe a qué vienen esas prisas. Algunos políticos, residentes en las antípodas de la perspicacia, aseguran que seguimos siendo la octava potencia económica mundial. Quizá el baremo sea Haití, del que nos hemos olvidado todos, salvo el gran Forges. ¿Con quién nos comparamos? La palabra 'baremos' empezó significando 'cuaderno o tabla de cuentas', pero ahora no le salen a nadie esas cuentas y el cuaderno ha desperdigado sus hojas, como hace el otoño con las sucesivas ediciones de árboles.

Hay que hacerle caso a Alemania. La señora Merkel es un ama dominante. Aunque a su rotunda edad no use una indumentaria de cuero, no ha abandonado el látigo. Ahora Berlín nos exige algo que nunca hemos tenido, como es 'la disciplina fiscal' y nadie puede dar lo que no es suyo. Para ampliar el Fondo de Rescate no es que sea necesario ser más ricos: lo imprescindible es ser alemanes.

Las encuestas le dan un triunfo histórico al PP en las elecciones de mayo, pero nunca conseguiremos ser así. Modestamente, me di cuenta de cómo es ese pueblo, al que no hay estúpido nacional que califique de 'cabezas cuadradas', cuando me di una vuelta por allí, poco después de la horripilante Guerra Mundial. El país estaba arrasado, pero párvulos rubios acudían después de ir al colegio a retirar escombros. «Si quiere ver nuestras ruinas, dese prisa», podía leerse en los prospectos de propaganda turística.