PAYASADA

Solo de esa forma se me ocurre calificar la rueda de prensa del entrenador del Sevilla Atlético tras la derrota del domingo. Comentó que tenía una anécdota para contar a sus nietos, aquella en la que desde el banquillo del Cádiz se tiró un balón con la pelota en juego con 2 a 1 en el marcador. La verdad es que eso no está bien y así lo comento José González. Pero no creo que pueda dar lecciones de deportividad a nadie. Si quiere anécdotas que contar a sus nietos, que se pase cualquier fin de semana que se lo permitan sus obligaciones por el Sánchez Pizjúan. Allí podrá ver multitud de ellas. Desde una agresión salvaje de los aficionados radicales a un guardia de seguridad a un delegado de campo más propio de países tercermundistas que de un país europeo, o recogepelotas que tardan tres minutos en devolver la pelota al campo; y por supuesto, ese balón que vuela con otro balón en juego es bastante asiduo en ese campo. Déjese de dar lecciones al Cádiz y preocúpese de enseñarle buenas maneras a sus jugadores. ¡Qué pena que con veintipocos años se culpe a un árbitro tras cada decisión en su contra que se tome! ¡Qué pena que tras meter un gol se celebre con ánimo de provocación y revancha a una afición que estaba aletargada! ¡Qué pena que tras ser expulsado un jugador se encare con la afición haciendo gestos que se pueden calificar como antideportivos! ¿Eso no lo observó usted, señor Tejada? También fueron memorables sus declaraciones de que el Cádiz solo llegó dos veces. Sí, es verdad, metió dos goles, de eso se trata, y encajó uno. Igual que hay que saber ganar, hay que saber perder, cosa que usted ayer no supo hacer, por lo que sus jugadores seguirán su estela de mal comportamiento. Como escuché ayer en el campo, desde pequeños hay que educarlos como malos deportistas para que puedan llegar al primer equipo.