El Banco de España como Celestina

Hasta hace bien poco, Gobierno y PSOE defendían con ahínco la unión de Unicaja y Cajasol para dotar a Andalucía de una entidad finaciera de peso que ayudara a las pymes e impulsara el desarrollo de la Comunidad, un propósito al que se sumaron todos los partidos, los sindicatos y los empresarios. Ambas entidades firmaron sendos comunicados en dicho sentido y encargaron estudios de viabilidad nunca vistos ni por los mismos miembros de los consejos de administración. ¿Qué ha ocurrido para que se esfume el prometido 'músculo financiero' de Andalucía? Si es verdad que la unión de la sevillana y malagueña fuera desaconsejada en tiempos de crisis por su alto coste laboral, y de la urgencia de Cajasol de recibir dinero del Frob dada su situación crítica, ¿porqué no se explicó?

La Junta supo de la operación de Cajasol con Banca Cívica sólo horas antes de que se filtrara a los medios, pero ya conocía que la caja sevillana buscaba novio teniendo de Celestina al Banco de España. Medel asegura que nunca hubo nada entre Cajasol y Unicaja. Entonces, si no hubo cuernos, o el Ejecutivo andaluz ha cambiado su hoja de ruta sobre las cajas sin dar explicaciones o las cajas trabajan a sus espaldas sin tampoco dar norte. Las dos posibilidades dañan la credibilidad de la Junta, tutora de las cajas por ley.

Cercanos a Griñán aseguran que el presidente anda desazonado porque una vez más ha tropezado con la piedra de los localismos y las rivalidades provinciales. Señalan que la premura del Banco de España por solventar la situación de Cajasol no ha permitido madurar un proyecto que en circunstancias normales hubiera tardado más de un año. Ha faltado tiempo, pero también voluntad política, sugieren otros no tan cercanos a Griñán.