Un joven levanta el puño durante una protesta, ayer, en Manila contra la cumbre del G-20 en Seúl. :: AFP
Economia

El BCE denuncia que el desajuste monetario lastra la expansión

Los dirigentes europeos llevarán a la cumbre del G-20 en Seúl las diferencias con las políticas decididas por la Reserva Federal

BRUSELAS / WASHINGTON. Actualizado: Guardar
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Los desequilibrios monetarios lastran el crecimiento y la competitividad, denunció el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, tras una reunión del Banco Internacional de Pagos de Basilea, en referencia a las diferencias que se están produciendo no sólo entre la evolución de las divisas de los países emergentes y los desarrollados, sino también entre las políticas de las entidades de uno y otro lado del Atlántico.

Con el paso de los días se divulgan las diferencias de opinión que se produjeron en el seno de la Reserva Federal estadounidense a la hora de adoptar la decisión de aprobar nuevas medidas de flexibilización en Estados Unidos. Kevin Warsh, uno de los gobernadores que integran el comité de la FED -designado por el ex presidente George W. Bush-, se desmarcó ayer -pese a haber votado a favor- de la decisión anunciada por esa institución la semana pasada de inyectar hasta 600.000 millones de dólares de liquidez a la economía estadounidense.

En Europa, el jefe de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, criticó la infravaloración del dólar y estimó que las recientes medidas de estímulo económico de la Reserva Federal estadounidense presentaban «riesgos». Insistió en que los tipos de cambio «deben reflejar los datos fundamentales económicos» y «no deben dar lugar a comportamientos nacionales que se inspiran en reflejos egoístas». Y estimó que las recientes decisiones de la Reserva Federal no parecen responder a las expectativas alimentadas por los socios europeos. «Veo en ellas más riesgos que beneficios», concluyó, antes de reiterar que las diferencias con los dirigentes norteamericanos se plantearán en la cumbre que el G-20 celebrará en Seúl los próximos días 11 y 12 de noviembre.

Pero la confrontación euro-dólar no es la única. Si la unidad exhibida dos años atrás por el G-20 para hacer frente a la crisis se ha ido debilitando con la reactivación económica, la posibilidad de una «guerra de divisas» entre potencias industrializadas y emergentes amenaza con terminar de dinamitar la frágil cohesión entre las dos áreas. La cuestión es particularmente importante para los países emergentes, atrapados en esta batalla que tiene como grandes protagonistas a Estados Unidos y China y que afecta a su competitividad al debilitar ciertas monedas y favorecer determinadas exportaciones.