Un corredor de fondo

Los últimos meses han sido de infarto para el fiscal Anticorrupción de Málaga. «Le va a dar algo», comentaban por los pasillos algunos de sus compañeros. Y es que Juan Carlos López Caballero (Utrera, 1956) ha trabajado simultáneamente en la preparación de dos macrojuicios: 'Ballena Blanca' y 'Malaya'. Ha ido, como se dice vulgarmente, con la lengua fuera.

De infarto se puede decir que han sido también los últimos cinco años de este fiscal. Desde que asumió el cargo de delegado Anticorrupción, a López Caballero le han caído encima los casos 'Ballena Blanca' e 'Hidalgo', por blanqueo de capitales y las operaciones 'Troya' y 'Astapa', por presunta corrupción en los ayuntamientos de Alhaurín el Grande y Estepona, respectivamente. Y 'Malaya'. Horas y horas de declaraciones hasta la madrugada en los juzgados de Marbella, trabajando codo con codo con el juez Miguel Ángel Torres. Solo ellos y los policías que la custodiaban pudieron apreciar el semblante de la cantante Isabel Pantoja después de pasar una noche en el calabozo.

López Caballero es un hombre aparentemente tímido, en ocasiones un poco parco en palabras, pero divertido cuando está relajado y rodeado de amigos. Este amante de la guitarra flamenca, que toca con cierta maestría, no es nada protagonista. Y la presión mediática no le ha superado. Es un corredor de fondo que tiene en su cabeza todo el sumario de 'Malaya'. Es la única persona presente en el juicio que conoce el caso desde su inicio. Por eso es quizá también el único insustituible en esta vista. A él lo que más le preocupa es estar a la altura de las circunstancias, cumplir. «Soy un funcionario y este es mi trabajo», comenta sin más.