EXTERIORES ROBADOS

NÚMEROS DE CASAS SOBRE AZULEJO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El casco histórico de Cádiz constituye un conjunto excepcional. Su antigüedad y su extraordinario buen estado de conservación lo convierte en un museo sin parangón: Irreemplazables pavimentos en calles y plazas, casapuertas y patios (de piedra americana usada como lastre para la navegación; de losa de Tarifa; de mármoles exóticos); umbrales monolíticos de mármoles singulares; rejas de forja; cantería; azulejería; puertas de maderas preciosas; llamadores de bronce...

Esa riqueza irreemplazable está perdiéndose; las reformas, tanto de espacios privados como públicos, suelen comportar, unas veces por ignorancia, otras por codicia, pérdidas en este conjunto patrimonial.

Sólo la valoración de este patrimonio por los gaditanos puede mover a las administraciones a tomar medidas para detener la sangría. Con el propósito de contribuir a ello iniciamos esta sección. Cada entrega destacará uno de estos elementos preciosos, humildes a menudo, pero necesarios para que se transmita la identidad y riqueza de la ciudad a las generaciones venideras.

Las piezas que hoy destacamos son dos números de casas sobre azulejo que el paseante puede descubrir en la zona de las calles Feduchy y Rosario. Tienen rasgos en común que lógicamente responden a los cánones esperables en su tiempo; así la factura: Losa cuadrada, número en negro sobre fondo blanco, banda azul enmarcando o el airoso punto tras el número. Sin embargo, el trazado responde a estilos contrapuestos; en el primero reina la quietud: Un grávido cuatro inmóvil junto a un erguido uno. El segundo en cambio, abominando de la línea recta, ofrece una danza de cifras, todo curva al viento, todo caracolillo y despendole; el contrapunto majo a la circunspección militar del primero, dos caras de la ciudad dieciochesca. Felicitamos a los responsables de la restauración que ha dejado estos azulejos, ventanas a otro tiempo y a su diversidad, para riqueza de esta ciudad inagotable y gozo del paseante avisado.