Dominique Strauss Kahn durante el encuentro en la Moncloa. :: AFP
Economia

El FMI avala el giro económico socialista

Zapatero descarta el riesgo de que la economía nacional pueda volver a entrar en recesión Pronostica que si las medidas «se aplican bien» España recuperará el crecimiento

MADRID. Actualizado: Guardar
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La invitación que José Luis Rodríguez Zapatero cursó al director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, salió como el presidente del Gobierno esperaba. El político francés, ministro de Finanzas socialista entre 1997 y 1999, se empleó a fondo para lanzar un mensaje de confianza en la economía española, que esta semana ha sido víctima de persistentes rumores sobre su solvencia. El suyo fue un mensaje dirigido al mercado exterior, pero también al interior. «Aunque siempre se puedan mejorar, las medidas adoptadas son decisivas y cruciales, y si se ponen en marcha, se aplican bien y la gente las entiende -pronosticó- el crecimiento se recuperará rápidamente».

En apenas diez minutos -el tiempo que usó para responder durante una rueda de prensa conjunta en la Moncloa- Strauss-Kahn hizo lo que los propios socialistas echan a faltar en su Gobierno: un relato coherente y ordenado de los acontecimientos padecidos a lo largo de la crisis por los países europeos pero también por España.

Según aseguró, el ratio medio de la deuda en los países desarrollados ha aumentado durante la crisis un 40%, del que «sólo el 4% es atribuible a los paquetes de estímulo».

El responsable del FMI adujo que ha sido la crisis en sí -la caída de los ingresos, el incremento del gasto en ayuda social, los rescates al sector financiero-, lo que ha colocado a algunos países en una situación complicada. Y en todo caso, subrayó que en este terreno hay distintos niveles: el de Grecia; el de países como Francia y Alemania y el de España, que, a pesar de haber aumentado, sigue teniendo uno de los cocientes de deuda respecto al Producto Interior Bruto más bajos de Europa. Primer capote para su colega Zapatero.

Después entró en el terreno del déficit, más espinoso para el Gobierno español. Strauss-Kahn defendió como «perfectamente normal» que después de dos años de crisis haya muchos países con problemas y arguyó que no se pueden pedir «milagros». Pero también remarcó que es necesario combatir la «preocupación» que se ha generado en los mercados en torno a la economía europea y que hay que hacer «esfuerzos»; que algunos, como Francia y Alemania, se pueden permitir a su juicio hacerlos de manera más gradual porque la trayectoria de su déficit ha sido más contenida, mientras la de España, no. Segundo capote: «Las medidas que ha tomado el Gobierno español son muy bienvenidas y creo que van a ser tremendamente eficaces».

Sin recesión

El político galo trató de dar una pátina de realismo a sus elogios y matizó que «por supuesto, eso depende de la ejecución y no sólo de la decisión», pero alabó que «empiecen a tomarse decisiones». Que los ajustes aprobados lastrarán el crecimiento es algo que nadie discute. Y Strauss-Kahn se refirió a ello como un mal menor, tras apuntar que, en contraposición, la proliferación de los recortes francés y alemán permitirán que el crecimiento europeo «se consolide y siga aumentando en 2010». «Hay que mantener la estabilidad fiscal pero a distintos ritmos, según las características de cada país», apuntó.

En este sentido, Zapatero también se mostró optimista. Descartó que las medidas de consolidación fiscal afecten a las perspectivas de crecimiento -más allá del recorte de medio punto ya admitido- y descartó el riesgo de España vuelva a entrar en recesión, aunque con un condicional (o varios): «si acertamos en las reformas, si tienen la fuerza que esperamos y generan confianza suficiente». Strauss-Kahn no se mojó tanto pero insistió en que si las medidas anunciadas se llevan a cabo la recuperación no tardará.

Remarcó que para «fomentar el crecimiento» en España es «crucial» la reforma del mercado laboral y dio por sentado que el decreto aprobado este miércoles «va en el camino correcto». «Por supuesto -matizó- veremos si en el proceso parlamentario todavía se puede mejorar más». Lo que dio por hecho es que con este cambio, muy contestado por los sindicatos y recibido con escaso entusiasmo por la mayoría de las fuerzas políticas, el Ejecutivo «está sentando las bases para dos décadas de crecimiento para este país, porque el potencial de crecimiento de España es enorme».

La máxima autoridad del FMI remarcó, aún así, que para recuperar la confianza hay además que «demostrar la solidez del sistema financiero». Y de este modo, aplaudió la iniciativa española de hacer públicos los resultados de los test de resistencia de las entidades bancarias. Según avanzó Zapatero, el Banco de España las dará a conocer al acabar la reordenación del sector, el mes próximo.

El Consejo Europeo acordó este martes hacer la iniciativa extensiva a todos los países de la UE. «Así -pronosticó Strauss-Kahn- la confianza va a mejorar».