QUERIDO ALFREDO

Querido Alfredo: Espero que al recibo de ésta te encuentres bien, nosotros quedamos bien (bien jodidos) g. a D. Lo que sabemos de ti desde que te fuiste pa Madrid lo tenemos enterao por los periódicos, por eso me emocionó tanto recibir el otro día tu carta diciéndome que has reformado la Ley de Tráfico (doscojones). Pero la envidia es muy mala, Alfredo, y toda la emoción me la fastidió un vecino mío, funcionario él (pa ti y pa mí, que le den) que enseguida me vaciló con que esa carta la recibe todo el mundo y que no pone ni nombre. Por poco me parto la cara con él, pero me hizo dudar y, aunque mi dirección está bien, tu secretaria ha puesto «Señor Residente» y yo me llamo José; mándame otra (no pongas Señor, Pepe vale) que le voy a dar en las narices con ella. O mejor, no me la mandes, que yo a este tío es que no lo puedo ni ver, ha 'echao' una lengua que hasta asco da escucharlo, 'na' más que hace llamarle hijoputa a José Luis. Por cierto, dale mucho ánimo, que ya me he 'entarao' por los telediarios que los de los 'mercaos' se la están haciendo pasar puta; yo nada más conozco a los del 'mercao' de La Plaza, pero ahora me estoy fijando y mira, les veo cara... como de quererlo hundir, tú, ya ves, ni que hubiera puesto él el suelo sin pendiente... Dile que si ve que la gente no lo entiende que no se meta en 'na', que hay mucho 'desagradesío', ¿cuándo íbamos a tener un acontecimiento planetario igual en el Inem? Ah, dale recuerdos a Leire, a ver si se le arregla su situación económica. Bueno, quillo, que me ha 'gustao' lo que has hecho con la Ley de Tráfico, es como tú dices: más sencilla, más fácil y más justa, has 'retratao' la vida, pisha. Cuídate, Alfredo, que 'pa' nosotros eres como del barrio: te has ido 'pa' Madrid, sin remordimiento y buscando una pensión... y si ves que puedes conseguir alguna más (aunque sea no contributiva) no nos olvides. Un abrazo, diputado mío. Este que lo es.