Sociedad

LA MAYOR DUDA

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Del Rey abajo todos sabemos que las incertidumbres menores caben en cualquier sitio donde se pongan. Lo malo es buscarle alojamiento a las grandes. ¿Cuánto tiempo durará la recesión? Europa no cree en España. Le pasa lo mismo que a muchos españoles cuya bandera es el Ibex, que tiene números en vez de colores aptos para morir por la patria. Dicen que es el miedo de los inversores el que ha provocado las fuertes bajadas bursátiles, pero el miedo, que tanto influye en la Bolsa, es lo que ha salvado más vidas a lo largo de la historia. Los españoles tienen pavor a la proletarización, ya que nos creímos que éramos todos muy ricos, cuando cambiamos de coche cuando se nos llenaba el cenicero del vehículo.

Ahora sabemos que la única solución consistirá en trabajar más y ganar menos, pero eso nos parece peor que el problema. Los optimistas cada vez son menos, pero alentados por el presidente Zapatero, confían en que el diluvio sean sólo cuatro gotas y que volverán los turistas y la venta de casas. Dios les oiga. Así como el corazón tiene razones que la razón no comprende, el optimismo no las necesita para entender nada. Es pura fisiología y se es optimista como se es diabético, pero es preferible a creer que Dios aprieta pero no afloja. Chesterton incluía al pesimismo entre los pecados y quizá por eso se murió gordo y satisfecho.

Por muchas dudas que tengamos no hay que hacerle caso al extendido rumor de un posible plan de rescate. Quiero decir que nadie debe precipitarse, aunque no haya visto la Acrópolis, por hacer un viaje a Grecia con la finalidad de quedarse allí, una vez conseguida la nacionalidad. Como en casa de uno, en ninguna parte. Aunque tenga goteras y padezca inundaciones. Aunque los fontaneros sean unos mamarrachos.