Mattin Sarasola (izq.), Igor Portu (c) y Mikel San Sebastián (dcha.), acusados del atentado de la T-4. :: EFE
ESPAÑA

Los etarras de la T-4 se sientan en el banquillo

Sarasola, Portu y San Sebastián se enfrentan a 900 años de cárcel por el atentado que terminó con la tregua

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Casi tres años y medio después de hacer saltar por los aires el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas y de poner punto final a la última tregua de ETA, Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián se sentarán en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional a partir de hoy para responder por aquel atentado que costó la vida a los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.

Los tres terroristas se enfrentan a penas de 900 años de cárcel por dos delitos consumados de asesinato terrorista, uno de estragos terroristas y 41 de intento de asesinato, tantos como heridos provocó la furgoneta embutida de explosivos que estalló aquel 30 de diciembre de 2006. El fiscal Daniel Campos, además, reclama unas indemnizaciones de 500.000 euros a cada una de las familias de los dos extranjeros asesinados.

Según el relato del Ministerio Público, fue el entonces jefe militar de ETA, Garikotiz Aspiazu, 'Txeroki', también procesado por estos hechos, el que encomendó a los tres etarras y al cuarto miembro del comando 'Elurra', Joseba Aranibar, perpetrar el ataque contra el aeropuerto. Los terroristas no perdieron el tiempo y en otoño de 2006 viajaron a Madrid en dos ocasiones para estudiar la zona. En un nuevo encuentro, 'Txeroki' les dio luz verde para el atentado.

El escrito de la Fiscalía detalla que fue la mañana del 29 de diciembre de 2006 cuando Joseba Aranibar entregó la furgoneta con el artefacto explosivo en una pista de Venta Baztan (Navarra) a Sarasola y San Sebastián. El primero condujo el vehículo-bomba hasta Madrid, mientras que San Sebastián hizo de lanzadera en su propia moto. A unos 50 kilómetros del aeropuerto de Barajas quedaron con Portu.