Nadal V

El balear Rafa Nadal conquistó ayer domingo el Masters 1000 de Roma, segundo que consigue esta temporada, tras vencer en dos sets al alicantino David Ferrer (7-5 y 6-2), en un encuentro que estuvo marcado por los largos parones a causa de la lluvia.

Tras esta victoria, Nadal , que sigue afinando su estado de forma de cara a Roland Garros, igualó a un histórico como Andre Agasi en el número de Masters 1000 conseguidos, con 17, además de demostrar que es el mejor jugador del momento en tierra batida tras su título en Montecarlo.

Fue un choque igualado que se decidió por detalles y se decantó del lado del de Manacor porque está más acostumbrado a las grandes citas. Los nervios y la tensión de jugar su primera final de un Masters 1000 pudieron con Ferrer que, a pesar de realizar un completo encuentro, en los momentos clave no supo frenar a su difícil oponente.

Muchos parones por la lluvia

El primer set estuvo marcado por la suspensión de una hora que sufrió el partido debido a la fuerte lluvia y al viento que azotaban la 'ciudad eterna'. Previamente, el choque comenzó con la igualdad prevista y ambos jugadores intercambiaban golpes, pero ninguno de los dos era capaz de romper el servicio de su oponente.

Ferrer, muy mentalizado ante el número tres del mundo, se mostró sólido desde el fondo de la pista e hizo sufrir al balear con sus dejadas. Nadal arrancó con las mismas sensaciones del partido de ayer frente al letón Gulbis y no terminaba de encontrarse cómodo sobre la pista, por lo que mantenía un juego más defensivo del habitual.

El parón llegó con 4-4 en el marcador y resultó clave para el desenlace del parcial. Tras la reanudación, Nadal salió más concentrado que su rival y aprovechó el desconcierto del alicantino en los primeros puntos para romperle el servicio y llevarse la primera manga (7-5).

El balear ganó en confianza y empezó a mostrar el repertorio de sus mejores golpes en el segundo parcial, aunque Ferrer se mantenía en el partido y aguantaba los ataques. El primer error del de Jávea, empero, fue suficiente para que Nadal volviese a lograr un 'break' (2-1) y dejase el choque de cara para sus intereses antes del parón, segundo de la tarde.

Puestos otra vez de corto, el duelo discurrió por parecidos derroteros. Nadal no acusó en ningún momento el obligado descanso y mantuvo la concentración, mientras que Ferrer se mostró incapaz de conseguir puntos aparentemente fáciles. El balear puso la puntilla al choque al romper de nuevo el saque de Ferrer, Con 5-2 a favor, Nadal es mucho Rafa como para dejar escapar esta victoria que permite soñar con poder ver al mallorquín de nuevo como número uno del mundo.