A cuentas viejas

Un viejo amigo nos contó hace unos días sus motivos de la actual crisis económica. Es una persona humilde, que a su más de 80 años, aún pastorea con sus cabras por los caminos ya que con su pensión le seria imposible vivir. Con su peculiar gracejo andaluz nos dijo: «Reunión de pastores, cordero muerto». Y para el que es pastor, los pastores de la economía son las grandes empresas, los bancos y los gobiernos que permiten los grandes beneficios económicos de unos pocos fastidiando a los trabajadores. Ocurre así en periodo de crecimiento espectacular que lo ha habido, en donde no ha existido el sentido de la equidad ni la redistribución de las riquezas, sino todo lo contrario. Se ha deteriorado las condiciones de vida y trabajo de muchas personas con contratos basuras. Ahora que la economía está en crisis, los pastores reciben nuestro dinero a través de las arcas del estado y se nos pide a los trabajadores nuevos sacrificios. Están jugando con fuego, en nuestras sociedades se están acumulando problemas, carencias y frustraciones que cada vez afectan a más personas y que acabaran estallando.

Hace unos años, Susan George autora del 'Informe Lugano', ya coincidía con nuestro amigo y criticaba la globalización como provocadora de desigualdades sociales y de la destrucción de nuestro planeta por la sobreexplotación de sus recursos. Decía un viejo refrán. «A cuentas viejas, baraja nueva» y ya es hora de que empecemos a jugar nuestras cartas sino queremos al volver a perder nuestra partida.