Los Galán, una familia nada corriente

Juan Pedro Galán fue un caso único en la historia del toreo. Con sólo 10 años, este jerezano ya se había vestido de luces varias tardes en la Monumental de México. Probó las mieles del éxito. Llegó a congregar a más de 40.000 espectadores en la plaza. Su imagen saliendo a hombros dio la vuelta al mundo. Corría el año 1982 y ya era catalogado como una futura figura de los ruedos. Cuentan las crónicas de aquella época que Galán llegó a México a finales de 1981. Acababa de terminar la temporada en España, en la que había llenado una docena larga de plazas andaluzas. Hay quien cuenta que por una becerrada en El Puerto de Santa María pudo haber cobrado 750.000 pesetas de las de entonces. Su padre, Juan Galán, era el que le llevaba los asuntos. Antes de viajar a América, había exigido que su estreno fuese en la Monumental. El niño triunfó, salió a hombros y se engordó aún más un mito que empezaba ya a alcanzar dimensiones desproporcionadas.

El éxito siguió acompañándole después como novillero, hasta que el 31 de julio de 1990 tomó la alternativa en El Puerto. Su padrino fue José Luis Parada y el testigo, José Luis Galloso. Pero su carrera acabó torciéndose. Confirmó la alternativa en julio de 2000 en Madrid, aunque fue algo más testimonial que otra cosa. Se quedó en eterna promesa. No acabó cuajando como matador. Sigue siéndolo en la actualidad, o al menos eso se supone, pero apenas torea. Lo hace muy de vez en cuando. Hace tiempo que resulta raro ver su nombre en un cartel más allá de una cita benéfica, como la que tenía ya apalabrada para el próximo 6 de marzo en Algeciras. Y fue precisamente la falta de contratos lo que pudo hacer que acabase centrándose en los negocios familiares, repartidos principalmente por las provincias de Cádiz y Málaga.

De Ortega Cano a Ostarcevic

Su hermana Rocío también es una figura mediática, a pesar de su discreción y de haber tratado siempre de evitar que su nombre saliese en la prensa. Sobre todo en la del corazón, de la que venía siendo protagonista, parece que muy a su pesar, desde hacía unos meses. Concretamente, desde que el pasado mes de septiembre se le empezó a relacionar sentimentalmente con el torero Ortega Cano, marido de la fallecida Rocío Jurado. Ninguno ha llegado a confirmarlo de manera oficial, aunque han aparecido imágenes de los dos juntos en diferentes revistas y programas de televisión. También un antiguo novio haciendo caja contando su historia con Rocío Galán en los platós.

Delgada, rubia y con 35 años «muy bien llevados», era muy conocida en buena parte de la provincia, sobre todo en Jerez. En la ciudad del vino hacía tiempo que se especulaba con que pudo haber mantenido una relación con un habitual en la prensa del corazón, Marc Ostarcevic. Habría sido poco antes de empezar con Ortega Cano. El ex de Norma Duval es relaciones públicas de una conocida discoteca y, por lo tanto, un habitual en las noches de la localidad jerezana.