Todo a la vista

Si el año pasado Dolce Gabbana y Miuccia Prada hicieron notables esfuerzos para sacar los pijamas a la calle como ropa de vestir -sin nada de éxito, por cierto-, los diseñadores preparan para este verano el más difícil todavía. Lucir en el exterior la ropa interior. No se lleven las manos a la cabeza. La apuesta no es, ni mucho menos, nueva. Quizá arriesgada, pero en absoluto pionera. En los noventa, Madonna ya saltó a los escenarios con los sujetadores que le hizo Jean Paul Gaultier. El modisto francés ha diseñado ahora los corsés con los que oprime a Kylie Minogue y Beyoncé hasta casi asfixiarlas en sus actuaciones.

Más allá de las pasarelas y las famosas de turno sin prejuicios, actrices del estilo de Paz Vega o Chloë Sevigny, resultará complicado descubrir en las calles cuerpos moldeados a base de transparencias. Por si las moscas, el sobrio Armani y los tradicionalmente contenidos Balenciaga, Gianfranco Ferré y Missoni chupan rueda, y lanzan colecciones rematadas de encajes, ligueros y medias que trepan sin pudor por los muslos. En tiempos de crisis, los modistos consideran que esta moda puede desahogar sus negocios. Totón Comella, responsable de TCN, es quien más claro lo tiene: «Que lo íntimo salga fuera, no hace sino abrirle puertas al vestir», subraya.

P. D.: No confundir sacar de paseo la ropa interior con salir a la calle sin ella. Lo moderno no es mostrar los encantos frente a los paparazzi. Nicole Richie, Paris Hilton y Britney Spears quedan avisadas.