Elosua, ayer en San Fernando de Henares. / Efe
'CASO FAISÁN'

Los peritos dicen que el vídeo del soplo tiene dos cortes y 3 minutos menos

La cinta recoge a Ballesteros entrando y saliendo del local justo en el momento que presuntamente se produce el chivatazo

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los peritos de la Guardia Civil han confirmado en el juicio del caso Faisán que la cinta de vídeo que muestra al inspector José María Ballesteros en el bar Faisán cuando se produjo el chivatazo a ETA tiene dos cortes y que han desaparecido de ella 3 minutos y 1 segundo. Los peritos se han ratificado en su informe sobre la cinta del equipo policial que investigaba la red de extorsión de ETA y el bar Faisán de Irún (Guipúzcoa), cuyo dueño, Joseba Elosua, colaboraba presuntamente con él entregando dinero del impuesto revolucionario.

La cinta recoge a Ballesteros entrando y saliendo del local justo cuando, según las acusaciones, el entonces jefe superior de Policía del País Vasco diera el chivatazo a Elosua a través de un teléfono que le entregó Ballesteros. Los peritos han afirmado que no han encontrado "nada" que les haga sospechar que sea una copia y han confirmado que tiene dos cortes, uno de 2 minutos y 46 segundos y otro de 15 segundos, tiempo que ha desaparecido de la grabación.

Sin embargo, preguntados por el fiscal si hay cortes o manipulación desde las 11.14 y las 11.30 horas, cuando Elosua estuvo en el bar y recibió la llamada, han respondido que no. "¿Alguien ha detectado una manipulación en el horario y fecha de la cinta?", ha preguntado acto seguido el fiscal Carlos Bautista, a lo que han respondido que tampoco.


Otro corte

Respecto a los cortes, han explicado que en uno de ellos se podría haber sacado la cinta y volverla a meter para comenzar de nuevo a grabar y, de forma menos plausible, pararla y dar luego al botón de grabar. Esto último pudo haber ocurrido en el caso del otro corte.

Otros peritos de Criminalística de la Guardia Civil se han referido la versión del ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies de que ese día se iba a reunir con un confidente en el sur de Francia y que mandó a Ballesteros a la zona del bar Faisán no para dar el chivatazo, sino para comprobar el área. Los peritos han destacado que normalmente un confidente es tratado por dos personas y no solo por una. "Nos llamó la atención que un confidente o fuente fuera tratado o manipulado por una autoridad como es un jefe superior", han asegurado respecto a Pamies.

Han explicado que tanto la Guardia Civil como los servicios de información internacionales y europeos estipulan que siempre se hace de esta manera y que, además, una tercera persona valora la información del confidente para "asegurar la objetividad".