Fútbol | Copa del Rey

Reivindicación contra fatalismo

Real y Atlético apuran una Copa que consolaría a Mourinho y engrandecería a Simeone

MADRID Actualizado: Guardar
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El orgullo ‘vikingo’ y el victimismo ‘indio’ se citan este viernes en el Santiago Bernabéu para celebrar la gran fiesta del fútbol español y luchar por suceder en el palmarés al Barcelona. Final de Copa, jornada cumbre, fenómeno deportivo y social de largo alcance, noche de emociones incontenibles y de alto riesgo, con más de 2.000 personas encargadas de velar por la seguridad. Se miden dos vecinos y enconados rivales desde hace más de 100 años, hinchadas antagónicas en su forma de sentir y pensar que profesan su fe en territorios compartidos de la capital. El rey Juan Carlos presidirá un palco repleto de gente guapa, de políticos temerosos de incidentes que perjudiquen la imagen de la candidatura olímpica de Madrid 2020. Blancos y colchoneros compartieron en la previa su indignación por los astronómicos precios de las entradas, que oscilan entre los 50 euros del cuarto anfiteatro en los fondos y los 275 de la mejor tribuna. En plena crisis, lógico que en las últimas horas todavía quedasen algunas localidades prohibitivas para un bolsillo medio.

Aunque la historia atestigua que el factor sorpresa es consustancial a las finales, el Madrid es indiscutible favorito. «La diferencia entre un equipo y otro es de 400 millones de presupuesto», esgrime el ‘Cholo’ Simeone. Casi 14 años sin que el pobre le hinque el diente al rico. Casi tres lustros de insultante dominio merengue, con 19 victorias y seis empates desde el último éxito del Atlético, curiosamente en el curso de su descenso al ‘infierno’. Ningún miembro de su actual plantilla ha ganado al ‘eterno’ rival con la rojiblanca. Ocho victorias de Mourinho en los derbis y tres derrotas de Simeone en el banquillo. El gafe del argentino va mucho más allá. Cuando ejercía como centrocampista en el Atlético, tampoco supo derrotar a los de Chamartín. Parece que al ‘Cholo’ le acomplejan los grandes. Una contradicción manifiesta en su afán por romper una barrera psicológica de sus jugadores y convencerlos de que «sí se puede».

Si los de Concha Espina se agarran al presupuesto, a la abismal diferencia entre las plantillas, a los últimos resultados, al poder de Cristiano, autor de ocho goles en otras tantas victorias ante los colchoneros y al sentido común para sentirse favoritos, los del Manzanares apelan a otros valores. Se aferran a los éxitos recientes contra el Inter y el Chelsea en dos Supercopas en las que vestían piel de cordero y completaron dos partidos colosales, al desequilibrio de Falcao en esos duelos, a la capacidad de su técnico para preparar este tipo de citas, a su potencial en las acciones de estrategia y a esas tres finales de Copa ganadas antaño en el Bernabéu.

No hay quinto malo

Los goles de Schuster y Futre a Buyo en 1992 dibujan el último precedente y permanecen imborrables en la retina de los rojiblancos. «El cementerio está lleno de favoritos», resume Kiko Narváez son su gracejo jerezano. Los más viejos rememoran los dos triunfos atléticos consecutivos en feudo rival que provocaron conmoción en la España de los años 1960 y 61. Caía el mito del invencible rival. En aquellas finales, el Atlético tuvo que superar los tantos iniciales de Puskas y acertó tres veces en la diana. No se olvida el ‘centenariazo’ del Deportivo en 2002. Es una historia de contrastes entre dos grandes que no se ven desde hace 21 años en una gran final. Presumen los del sur de Madrid que los del norte jamás les han ganado una final copera. Los blancos se impusieron en 1975, en el Vicente Calderón, pero lo hicieron por penaltis.

Los focos apuntan a ‘Mou’. Afronta la final como tabla de salvación, un consuelo para evitar el bochorno en su fin de ciclo como técnico blanco. Una temporada sin títulos, salvo la Supercopa, desprestigiaría su currículo. Tres éxitos de once posibles después de 180 millones en inversiones, es un bagaje irrisorio. Hace meses que la mayoría le afea. Extendió hacia sus jugadores sus ataques a rivales, técnicos, árbitros, miembros de la UEFA y hasta el jardinero. ¿Será capaz de mantener el castigo que impuso a Pepe por defender a Casillas aunque así perjudique al equipo? ¿Prescindirá del central portugués a pesar de que falta Varane y Sergio Ramos arrastra unas molestias en los isquiotibiales? ¿Dará toda la responsabilidad a Albiol, ninguneado durante la temporada hasta el punto de que el valenciano suena para reforzar al Atlético? En los últimos días ha corrido incluso el rumor de que dejará a Casillas fuera de la convocatoria para evitar que el capitán alce la Copa y acapare todas las portadas. Sería el colmo de las ‘mourinhadas’. Reforzará el centro del campo y parece que apostará por Benzema en detrimento de Özil.

Simeone lo tiene muy claro, aunque debe inventarse alguna fórmula para sorprender por fin al Madrid. Se ha llevado a sus soldados a Los Ángeles de San Rafael, idílico lugar propiedad de la familia Gil y donde Radomir Antic arengaba a la tropa en el doblete de 1996. Ensayó con su equipo tipo desde inicios de la semana. No escondió nada, salvo que jugase al despiste. El ‘peleas’ Diego Costa y Falcao como estiletes, un centro del campo con más músculo que fútbol, aunque sí estará Arda Turan para los juegos de magia, y la confianza en una defensa y un portero que ganará el ‘Zamora’ en esta Liga. Pero Courtois suele fallar ante el Madrid. ¿Quién tendrá el balón y querrá el dominio? A los dos equipos les gusta más robar y salir con un fútbol rápido y vertical que llevar la iniciativa y sobar el cuero. Es la final del contragolpe.

Alineaciones probables:

Real Madrid: Diego López, Essien, Albiol, Ramos, Coentrao, Khedira, Xabi Alonso, Di María o Modrid, Özil, Cristiano Ronaldo y Benzema.

At. Madrid: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Mario Suárez, Gabi, Koke, Diego Costa, Arda Turan y Falcao.

Árbitro: Clos Gómez (Col. Aragonés).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 21,30 (TVE 1).