FÚTBOL | primera división

Victoria pensando en el Milan

El Barça derrota al Deportivo en un choque que no despeja las dudas que hay en torno al equipo

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La operación remontada orquestada en Can Barça para eliminar el martes que viene al Milan tuvo este sábado su primer acto, con el intento de rearme moral del equipo. Después del pinchazo en San Siro y las dos derrotas consecutivas ante el Madrid, el Barça hizo los deberes ante el Deportivo, sumó los tres puntos, afianzó su posición en el liderazgo y se conjuró para el duelo de Champions, el partido más importante de la temporada, donde el cuadro catalán tendrá que sacar todo lo que tiene dentro.

Ante el Dépor, sin embargo, volvió a dejar dudas. El partido era propicio para arrancar un resultado amplio, teniendo en cuenta la posición de colista de los gallegos, pero al final el Barça no fue capaz de completar un buen partido: en la primera parte esbozó pinceladas, pero en la segunda incrementó la incertidumbre que se ha generado en torno al equipo. Sobre la floja segunda parte se pueden extraer dos consecuencias: la pesimista, que obliga a pensar que el equipo anda justito, o la benévola, que lleva a reflexionar que los hombres de Roura levantaron el pie del acelerador porque pensaban en rossonero.

Viendo el once inicial, plagado de suplentes, quien sí tenía la cabeza en el partido ante los lombardos era Jordi Roura. El colchón de once y trece puntos, respectivamente, sobre el Atlético y el Madrid (aumentado a 14 y 16, tras la victoria) permitió a los técnicos culés reservar efectivos de cara al choque ante los italianos. Ni Messi, ni Piqué, ni Pedro, ni Iniesta, ni Busquets, ni Alba, ni Xavi (casi recuperado), ni Valdés (sancionado) saltaron al once. Un equipo, el que se enfrentó al Dépor, que dio además pistas de los planes que Roura y Vilanova tienen para remontar al Milan. En principio, piensan en Alba, Iniesta, Pedro, Messi, Xavi y Busquets como titulares. Habrá que ver si al final se deciden por una defensa de tres y refuerzan la medular con 4 hombres. Si Messi fuera ese cuarto jugador del centro del campo, Alexis y Villa se disputarían un puesto en la delantera. El duelo, por lo que se vio ante el Dépor está muy igualado. Alexis hizo un golazo y ofreció mucha movilidad al ataque, mientras que Villa, que actuó de ‘9’ puro, dio sensación de que va a más y que es una buena opción para fijar a Mexes y Zapata el martes. Además, el Guaje jugó solo una hora, lo que le da ventaja sobre el chileno, que se vació durante 90 minutos. Iniesta salió a falta de 25 minutos y actuó en el centro del campo, puede que también como ensayo general.

El partido ante el Dépor, en cualquier caso, fue algo extraño. Arrancó muy frío para el Barça y se alargó durante toda la segunda parte sin ritmo ni intensidad. Entre que los que saltaron al césped no son los habituales y que al equipo aún se le notaba que arrastra el golpe moral de las dos derrotas consecutivas ante el Madrid, el caso es que al cuadro catalán le costó coger velocidad. Más o menos lo que tardaron en asociarse Thiago y Cesc, en soltarse la presión Villa y Alexis o lo que llevó en bajar la intensidad a la tela de araña que tejió Fernando Vázquez con cinco hombres en el centro del campo (Abel Aguilar, Assunçao, Valerón, Pizzi, Bruno Gama) que tapaban los pases y los intentos de combinación del Barça. De hecho, hasta el minuto 40, el Barça no fue capaz de abrir la lata. Fue a través de un testarazo de Alexis a pase de Alves. Los coruñeses pusieron ganas, tuvieron un par de llegadas peligrosas en la primera parte, que no llegaron ni a la categoría de ocasión, pero están en caída libre. A ocho puntos de la salvación y en última posición, con solo tres victorias, necesitan un milagro para seguir en primera. El Camp Nou además no es un estadio propicio para los equipos que llegan muy necesitados y aunque el Barça no tuvo su mejor día, ni siquiera cuando el marcador estaba ajustado y se acercaba el minuto 90, el Deportivo dio sensación de que podía dar un susto.

El Barça imprimía poca velocidad y no hilvanaba como acostumbra. De alguna manera, daba la sensación de que estaba esperando que Messi e Iniesta, que calentaban en la banda, salieran para darle algo de dinamismo al juego. Pero ni así. Ni un tiro en la segunda parte, salvo el que puso la guinda. Cuando el partido estaba agonizando, Messi se asoció con Iniesta y Alexis y culminó un jugadón, que acabó en golazo. El argentino hizo su golito, el cuadragésimo del campeonato y lleva ya 17 jornadas de liga seguidas anotando.