El Gobierno echa mano de nuevo a la 'hucha' para pagar las pensiones

El Gobierno tomó la decisión de no revalorizar las pensiones en el último momento, en el mismo Consejo de Ministros al que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social había llevado varias alternativas. Así lo ha explicado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, en rueda de prensa al presentar los datos de afiliación y paro en noviembre. Sólo unos días antes, Burgos había anticipado que se compensaría a los pensionistas la desviación del IPC como marca la ley. Burgos aseguró que no se arrepentía de sus palabras y que ese era el objetivo, pero que en la decisión habían influido otros elementos además del IPC (que fue incluso más bajo en noviembre de lo que era cuando desde el Gobierno se prometía cumplir la ley). Fuentes del Ministerio precisaron que el ministro de Hacienda fue el más insistente en cumplir el déficit y no revalorizar, mientras el ministro de Economía advertía que sería una "burla" a Bruselas si se pagaba a los pensionistas la desviación de la inflación.

Respecto a la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra la no revalorización de las pensiones, que ayer anunciaron PSOE e IU, Burgos señaló que "no hay fundamento" para el mismo porque el sistema de Seguridad Social " no garantiza un. nivel de protección determinado sino que depende de las disponibilidades financieras del mismo".

La Seguridad Social echó mano ayer de sus reservas por tercera vez en el año pagar las pensiones y lo hizo por un importe de 3.530 millones de euros, según anunció el secretario de Estado de Seguridad Social. Antes ya había dispuesto de otros 3.500 millones del Fondo de Reserva y de más de 4.000 millones del fondo de las mutuas de accidentes. El Fondo de Reserva cuenta con menos de 64.000 millones de euros que están invertidos en deuda pública (el 99% deuda española), pero se cogerá el dinero a medida que venza la deuda sin que sea preciso vender lo que podría impactar en la rentabilidad de la misma.

La Seguridad Social perdió en noviembre 205.678 afiliados, una caída superior a la registrada en los años anteriores de la crisis. De ellos, 85.233 eran cuidadores no profesionales que han dejado de estar en la Seguridad Social al eliminar el Gobierno la cotización obligatoria y gratuita de los mismos. En total, esto afectará a 145.000 cuidadores no profesionales, por lo que en diciembre desaparecerán otros 60.000. Burgos explicó que no tendrá impacto negativo en los ingresos de la Seguridad Social porque en realidad le suponía un coste. Ahora los cuidadores no profesionales tendrán que abonar sus propias cotizaciones.

La Seguridad Social ha perdido 717.482 afiliados en un año y el ratio de afiliados por pesionista ha bajado a 2,34, cuando antes de la crisis estaba en 2,71. Si sólo se tienen en cuenta los afiliados ocupados, el ratio cae hasta 2,02, cuando los expertos señalan que por debajo de dos cotizantes por pensionista el sistema está en quiebra. Sin embargo, Burgos matizó que hay otros elementos, además de esta ratio, que deben valorarse como el nivel de cotizaciones. Lo que sí hizo fue alertar sobre el "importantísimo incremento de pensionistas" registrado en noviembre, ya que aumentaron en 21.596, cuando lo normal es que se apunten alrededor de 9.430 cada mes.