El Barça frustra la fiesta del Madrid en el Palacio

El Barça frustró la fiesta del Madrid en el Palacio. El título de Liga deberá decidirse el sábado en el Palau, en el quinto y último partido. Tras la humillación sufrida en el tercero, el Barcelona recuperó su orgullo y su juego y, liderado por un inmenso Lorbek, impuso su experiencia y solidez para evitar que los blancos se proclamasen campeones en su cancha. El doblete del Madrid 19 años después aún es posible, pero ahora es el Barça el que tiene en sus manos la resolución de la corona liguera para intentar impedir que temporada se cierre sin grandes títulos, Supercopa ACB al margen.

Cuando estaba contra las cuerdas, el Barça sacó a relucir la experiencia y el carácter, por fin mejoró con los triples (50%, frente al 30% del Madrid), y minimizó en todas las facetas al eterno rival, al que se le atragantó desde el principio la defensa en zona de los azulgrana y solo se mantuvo a base de arreones. Siempre autoritario el Barcelona , dejó sin recursos a un Madrid que ha llegado a acariciar la Liga -y aún la puede conseguir, porque tiene equipo y clase para ello- gracias a su mentalidad de ganador y a un ritmo vertiginoso, pero al que le pudo la presión en un momento crucial. No le bastó con el corazón frente a un eterno rival que parecía llegar fundido físicamente al cuarto duelo pero resucitó con fortaleza.

El descanso tras la paliza anterior les vino muy bien a los azulgrana, poderosos en el rebote y demoledores en el tiro exterior. Y sin necesidad de Navarro, que acabó con 'solo' 12 puntos y casi desaparecido al descanso. Ya desde el primer cuarto se pudo comprobar el agarrotamiento del Madrid y la grandeza del Barça, poderoso en el rebote y muy suelto en el lanzamiento desde fuera, porque con canastas de dos estuvo al principio errático. Muy pronto empezó Lorbek a tomar la responsabilidad, y con el esloveno en racha, el Barcelona se sintió arropado. Y por si le faltaba poco, una enorme sorpresa: tres triples de tres de Wallace en un segundo cuarto en el que se comprobó que los blancos no iban a poder dominar ni imponer su 'basket' espectacular y efectivo.

El Madrid, en cambio, no fue el equipo colectivo del día anterior, y quiso sobrevivir con individualidades. Primero, Tomic y Singler. Después, cuando el Barça ya tomó una primera gran ventaja de nueve tras el descanso (44-53 y 49-58), Llull y Sergio Rodríguez. Velocidad de los madridistas insuficiente ante un Barcelona compacto y preciso en el pase, aunque el coraje del equipo de Pablo Laso y el bajón preocupante que experimentaron los visitantes en el último cuarto lo fiaron todo a los últimos segundos. Tenía agarrada el Barça la victoria, pero como el Madrid también tiene mucha clase y, al final apareció Mirotic, que a 1:11 del final consiguió que el Palacio volviese a creer, cuando se daba por hecho el triunfo azulgrana. El Madrid reaccionó al verlo todo perdido y gracias a Mirotic le puso emoción con un 74-79 que hizo temblar al Barça. Pero entonces surgió de nuevo el gran Lorbek -aunque al principio no se atrevió a dar la sentencia- en ambos lados de la cancha, porque Llull perdió la última a la desesperada. Al Madrid le queda un último esfuerzo, pero el Barça ha recuperado la moral.