Anita Rojas con la maleta de su hijo Alfredo Rojas, desaparecido el 4 de marzo de 1975, en Santiago de Chile. / Fotos y vídeo: Gervasio Sánchez
FOTOGRAFíA

Gervasio Sánchez hace visibles a los 'Desaparecidos'

"Las víctimas son la única verdad incuestionable de las guerras", denuncia el fotógrafo, que muestra su testimonio contra el olvido en Madrid, León y Barcelona

MADRID Actualizado: Guardar
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Hacer visibles a los cientos de miles de desaparecidos bajo regímenes de todo tipo -dictatoriales y democráticos- es el penúltimo empeño de Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959). El fotógrafo y periodista ha recorrido medio mundo plantando cara a la infamia y retratando exhumaciones, fosas, mausoleos, almacenes de restos, centros de concentración y ejecución. Quiere mostrar nuestra capacidad destructiva, y, sobre todo, el insondable dolor de los familiares de esos desaparecidos a los que da visibilidad con sus imágenes. Los familiares son las grandes víctimas de esta "tragedia universal y sin fin" y el motor del trabajo de Sánchez, que testimonia ese drama global con su cámara desde hace un par de décadas. Lo hace en una decena de países, entre ellos España.

Expone ahora en tres ciudades -Madrid (La Casa Encendida) León (MUSAC) y Barcelona (CCCBA)- casi tres centenares de imágenes del proyecto 'Desaparecidos' que recoge a su vez en dos libros excepcionales que edita el sello 'Blume'.

Con su cámara en ristre y la voluntad de empatizar con los familiares de las víctimas a los que se hurta el duelo, Gervasio Sánchez ha recorrido desde 1984 buena parte de América Latina, Asia y Europa. "Hacer buenas fotos es fácil. Lo complicado es impulsar y sostener buenos proyectos", dice este informador nato que se ha propuesto también con esta serie "denunciar la complicidad de los estados que impiden a los familiares hallar los restos de sus allegados". Una injusticia que no sólo se da en regímenes genocidas como los Irak, Camboya, o Guatemala. "También ha ocurrido aquí, en nuestra democrática España, y con víctimas de una guerra ocurrida hace más de setenta años" explica el fotógrafo que ha decidido colocar un "epilogo español" a cada una de las tres muestras del proyecto.

Valle de las viudas

"Cada fosa abierta es una herida cerrada" sostiene este "simple fotoperiodista" que asegura que su trabajo "es apenas una lágrima en un gran río de silencio, desesperación y dignidad". Sabe que "las víctimas son la única verdad incuestionable de las guerras" y reconoce que "el drama de los desparecidos atraviesa mi vida profesional". Empezó en 1984 en Guatemala, para ser en 1987 el primer periodista que denunció la macabra 'caravana del muerte' en el Chile de Pinochet. Pasó por Camboya y el genocidio de los jémeres. Vivió la guerra de los Balcanes en el ojo de su violento y genocida huracán y testimonió la terrible masacre del valle de las viudas en Irak en 2003.

"Irak es el país con más desaparecidos del mundo. Y lo era antes de la invasión de la coalición internacional y la segunda guerra. El 31 de julio de 1983 Sadam Husein eliminó a 8.000 varones -300 de ellos niños- en una sola noche. Los encerró en un paraje que hoy se conoce como el valle de las viudas. Apenas 600 cadáveres han sido recatados e identificados de la infame fosa de Ala Mahawil, abierta en 2003 y testigo de aquella masacre de la que solo se libró un hombre de 70 años que estaba de viaje. Los familiares, rotos por el dolor, se llevaban los restos en bolsas de plástico como si vinieran de la compra", rememora.

Ha reunido un total de 255 imágenes en blanco y negro -analógicas y en la hoy anacrónica y mítica película Tri-X Pan 400 Asa- tomadas entre 1998 y 2010 en Argentina, Bosnia Herzegovina, Camboya, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Irak, Perú y España. Fotografías centradas en campos y centros de detención ilegal, memoriales, los objetos de los desaparecidos, la desesperada búsqueda de los familiares, la exhumación y apertura de fosas, los almacenes de custodia de restos, la documentación e identificación forense y la inhumación y entrega de restos a los familiares. Lamenta Gervasio Sánchez no haber podido trabajar en Argelia, Túnez o Marruecos y adelanta que en los próximos cinco años hará un esfuerzo pro documentar las fosas de la guerra 'incivil' española.

"Me avergüenza la cobardía de nuestra clase política, que a 35 años de la muerte de Franco es incapaz de disponer de un proyectos general sobre la búsqueda de los desparecidos" se duele. "Decir que la transición fue modélica es insultar a las víctimas, porque temas muy importantes, como las fosas, se escondieron bajo la alfombra y aún hoy no hay voluntad para solucionarlo" lamenta.

'Desaparecidos' incluye además 8 murales con 80 retratos -en este caso digitales y en color- y la instalación de retratos 'Crueldad y dolor', que solo se podar ve en el MUSAC de León. Las muestras incluyen grabaciones audiovisuales que nos acercan al testimonio y al dolor de unas familias rotas por la desaparición de sus seres queridos y en las que se reproduce el dolor el sonido ambiente de centros de detención y lugares de inhumaciones.

Sandra Balsells, fotoperiodista y profesora en la universidad Ramón Llul, es la comisaria de la muestra que estará en cartel el MUSAC de León entre el 29 de enero y el 5 de junio, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) del primero de febrero al primero de mayo, y en La Casa encendida de Madrid del 2 de febrero al 20 de marzo. La tres instituciones programan una potente batería de actividades paralelas.