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Nadal, a octavos con bastante trabajo

El tenista alicantino supera a Richard Berankis (6-2, 6-2 y 6-1) y se enfrentará en octavos al desconocido Raonic

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Rafael Nadal dio carpetazo a las esperanzas locales con un acreditado triunfo ante Bernard Tomic, el último reducto oceánico, sometido a la autoridad del número uno del mundo, que avanzó a los octavos de final del Abierto de Australia tras imponerse por 6-2, 7-5 y 6-3.

Nadal, el quinto español que alcanza la cuarta ronda del primer Grand Slam de la temporada junto a David Ferrer, Fernando Verdasco, Nicolás Almagro y Tommy Robredo, algo sin precedentes en esta competición, sacó adelante el compromiso sin excesivos contratiempos.

No fue la mejor versión del número uno del mundo. No hizo falta. El español transita con sosiego por la primera semana del torneo. Sin un gasto excesivo de energías. Ni con el brasileño Marcos Daniel, ni con el estadounidense Ryan Sweeting, ni con el prometedor tenista de Australia , de origen alemán y ascendencia croata. El australiano, campeón júnior del Abierto en el 2008 tiene madera. Posee los golpes. Pero carece de continuidad y de una mentalidad estable que prolongue sus intenciones.

Fue evidente en el segundo set, que afrontó después de que Nadal hubiese logrado el primero, sin perder su saque, por 6-2 sin alardes excesivos. Tomic se situó con 4-0 después de arrebatar en dos ocasiones el servicio del español. Entonces le tembló el pulso.

Un pequeño acelerón del balear puso las cosas en su sitio. Igualó a cuatro y, tras un respiro, se apuntó también la segunda manga (7-5). En el tercero rompió de entrada Nadal y Tomic, que acabó el partido con 48 errores no forzados, empezó a asumir, resignado, su situación y el adiós al torneo que hasta ahora más le ha proyectado.

El número uno del mundo tardó dos horas y media en sellar su pase a los octavos de final, donde se encontrará con el croata Marin Cilic, semifinalista el pasado año, que ganó en cinco sets (4-6, 6-2, 6-7(5), 7-6(2) y 9-7) al estadounidense John Isner.

Ferrer, con paso firme

Por su parte, David Ferrer cumplió con su condición de favorito y arrolló al lituano Richard Berankis (6-2, 6-2 y 6-1) para alcanzar los octavos de final del Abierto de Australia . El jugador alicantino, superó a un adversario al que nunca se había enfrentado y que ocupa el puesto 95 del ranking ATP, muy lejano del séptimo que ostenta el español. Ferrer despachó el encuentro ante Barankis en hora y media. Está a un paso de igualar su mejor registro en el primer Grand Slam del curso, los cuartos de final que logró en el 2008, cuando perdió con el serbio Novak Djokovic.

Su próximo rival será Milos Raonic. El canadiense, que procede de la fase previa, se ha hecho con la condición de jugador revelación de la competición. Superó al ruso Mijail Yozhny, décimo favorito, por 6-4, 7-5, 4-6 y 6-4. Ferrer no se fía: "Saca muy fuerte y también trabaja bien desde el fondo de la pista. Es agresivo. Tendré que estar muy concentrado”. Pese a ello, se muestra optimista. “He llegado muy bien físicamente a este torneo y he tenido un buen inicio de año. Vamos a ver como seguimos", aseguró.

En otro partido, el británico Andy Murray, quinto favorito, no concedió opción alguna a Guillermo García López (6-1, 6-1 y 6-2), trigésimo segundo cabeza de serie, claramente superado por su rival. García López, con el partido cuesta arriba desde el principio, es el primer jugador español que no sobrepasa en esta edición la tercera ronda. García López se ha quedado a las puertas de firmar su mejor actuación en un Grand Slam. Nunca ha sobrepasado la barrera de la tercera ronda en su carrera. "Murray es un jugador que te hace jugar mal. Está muy bien colocado en la pista. Es un tenis táctico. Como un ajedrez. En este partido no le hacía daño por ningún lado"", explicó el tenista albaceteño.

Murray, finalista el pasado año y que suspira por romper la sequía de títulos en un grande a pesar de formar parte de las alturas del circuito, se enfrentará en octavos de final con el ganador del encuentro entre el austríaco Jurgen Melzer, undécimo favorito y el chipriota Marcos Baghdatis.

Por último, el ucraniano Alexandr Dolgopolov fue el verdugo del francés Jo Wilfried Tsonga, semifinalista del pasado año y subcampeón en el 2008, en otro partido épico (3-6, 6-3, 3-6, 6-1 y 6-1). Dolgopolov, 46 del mundo y 22 años, ya ha igualado su mejor registro en un 'grande', la tercera ronda que consiguió en Roland Garros el año pasado. Se medirá ahora al sueco Robin Soderling, cuarto favorito, que salvó sin complicaciones el trámite ante el checo Jan Hernych por 6-3, 6-1 y 6-4.