El vicepresidente del Tribunal Constitucional, Guillermo Jiménez Sánchez, que ha asumido la ponencia de la sentencia sobre el Estatuto. / Archivo
MÁS DE TRES AÑOS DE DEBATE

El Constitucional deja en manos de un conservador la ponencia del Estatuto

El nuevo ponente de la sentencia será Guillermo Jiménez tras la renuncia de la magistrada Pérez Vera al ver rechazado su quinto borrador

MADRID Actualizado: Guardar
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El vicepresidente del Tribunal Constitucional, Guillermo Jiménez, designado por el PP y adscrito al sector conservador, ha asumido la ponencia de la sentencia sobre el Estatuto después de que la magistrada Elisa Pérez Vera -progresista- haya renunciado a elaborar un nuevo texto, que sería el sexto.

La retirada de Pérez Vera se ha producido después de que el pleno del TC rechazara por seis votos a cuatro el quinto borrador que había presentado y que anulaba una quincena de artículos del Estatuto y condicionaba la constitucionalidad de otra veintena de ellos a la interpretación que se les de en las leyes que debe desarrollar el texto catalán.

Jiménez, de 70 años, es uno de los cuatro magistrados designados por el Senado cuyo mandato expiró a finales de 2007 sin que desde entonces se les haya renovado. Ocurre lo mismo con la presidenta del tribunal, María Emilia Casas, y los magistrados Vicente Conde y Jorge Rodríguez-Zapata. Catedrático de Derecho Mercantil, pese a su adscripción al sector conservador se ha desmarcado a menudo de la línea mantenida por sus compañeros de bloque, por lo que su voto había sido estas últimas semanas intensamente "perseguido" por los progresistas en su intento de sacar adelante la sentencia.

Retraso más allá del otoño

El cambio de ponente hace prácticamente imposible que la resolución vaya a ser acordada antes de las próximas elecciones autonómicas catalanas, previstas para otoño, ya que el Constitucional acostumbra a no notificar sentencias "polémicas" en periodo preelectoral.

El proyecto de sentencia rechazado hoy comenzó a elaborarse después de que, el pasado mes de noviembre, varias "votaciones prospectivas" pusieran de manifiesto que el cuarto borrador no reunía el respaldo necesario para salir adelante. Entre ese momento y la votación celebrada este viernes por el pleno han transcurrido cinco meses, mientras que el plazo que Jiménez tendría ahora para redactar un texto y someterlo a la consideración de sus compañeros sin interferir en los comicios catalanes se reduce a apenas dos meses, lo que se antoja imposible.

El cambio de ponente, además, no asegura que los magistrados vayan a variar las posiciones mantenidas hasta ahora, tal y como se ha podido comprobar en el pleno celebrado esta semana. Así, pese a los meses de contactos informales y los tres días de debate en pleno, el texto de Pérez Vera no ha logrado sumar ningún nuevo voto a los cuatro con los que contaba inicialmente: el suyo, el de la presidenta María Emilia Casas y el de los magistrados Pascual Sala y Eugeni Gay, todos ellos progresistas.

Tanto Manuel Aragón -también progresista pero muy crítico con determinados aspectos del Estatuto- como el bloque conservador al completo -compuesto por Jiménez, Ramón Rodríguez Arribas, Javier Delgado, Jorge Rodríguez Zapata y Vicente Conde- han votado en contra.