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Momento de la entrega del sello de la UCA a las empresas. - Antonio Vázquez
Educación

La UCA le da un sobresaliente a las empresas gaditanas

La Universidad de Cádiz celebra un acto para distinguir a las 1.500 empresas y entidades que han colaborado en la realización de prácticas curriculares en su alumnado

CÁDIZActualizado:

Como en una fiesta en la que el invitado da las gracias al anfitrión por invitarle y éste agradece su presencia, la Universidad de Cádiz y la patronal gaditana afrontaron el acto de distinción a las más de 1.500 empresas y entidades que han colaborado en las prácticas de su alumnado en estos últimos cuatro años. 'Gracias' fue en la mañana del miércoles la palabra más escuchada en la Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz, seguida de 'compromiso', 'excelencia' y 'conocimiento'. El rector, Eduardo González Mazo, lo repitió en varias ocasiones : «esto es un acto académico más, porque la empresa gaditana ya es parte de la Universidad».

El primero en tomar la palabra, tras la presentación del rector, fue precisamente el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas. Poco dado a andarse por las ramas, «porque el tiempo en la empresa y en la universidad tiene mucho valor», destacó cómo las prácticas que realizan los alumnos gaditanos en las empresas de la provincia tienen, como valor fundamental, «favorecer la inserción laboral en la provincia».

También tomó la palabra Javier Pérez, vicerrector de Transferencia e Innovación Tecnológica, que destacó, por encima de que fueran más de 1.500 las empresas que ofrecían prácticas a los alumnos, el hecho de que todo el proceso se hiciera bajollas más estrictas medidas de control y con una gran organización por ambas partes.

Si antes las prácticas respondían únicamente a la buena voluntad de alumnos y empresas, ahora se rigen por un protocolo en el que, al final, los alumnos hacen de profesores y deben poner nota a su experiencia laboral. «En la mayor parte de los casos, está valorada con sobresaliente», ha incidido durante el acto Pérez. Unos profesores que han sido, en estos cuatro años, 15.000 estudiantes de la Universidad de Cádiz.

En la misma línea se manifestó el presidente del Consejo Social de la UCA, Prudencio Escamilla, que definió la «experiencia que ganan los alumnos» como el hecho de pasar «de la teoría de las aulas, a la práctica». Escamilla, antes de dar paso a la representación de empresas que recogieron su sello como empresa colaboradora con la Universidad, ha subrayado la importancia que tiene el paso de los alumnos por las empresas «para que entiendan la importancia de la excelencia en el trabajo».

Las empresas, agradecidas

Tras la intervención de los miembros de la mesa de presidencia, en donde también estuvo la delegada de Empleo de la Junta, Gema Pérez, llegó el momento de que las empresas que durante estos últimos cuatro años han colaborado con la UCA para que los alumnos realizaran prácticas curriculares recogieran su sello acreditativo.

Nombrar a todas las empresas sería demasiado largo, pero entre ellas había desde grandes compañías (como Airbus, Cepsa, Navantia) hasta entidades sin ánimo de lucro (La Gaviota, Upace, Cruz Roja) pasando por entes de la administración pública (Junta de Andalucía, ayuntamiento de El Puerto, Diputación).

Como no todos los representantes de las empresas podían hablar, tomaron la palabra unos cuantos representantes. Así por ejemplo, Asunción Álvarez, de Airbus, subrayó que la universidad y la empresa «deben ir de la mano» y agradeció la «ventaja competitiva» que obtiene la empresa con la gran especialización de los alumnos. También se mostró agradecido Javier Montañés, de Navantia, porque gracias al conocimiento que le dio la UCA y a las prácticas que realizó pudo terminar en su empresa.

Una de las frases de los empresarios que más gustó al rector fue la que pronunció Javier Mejías, de Buqueland: «Gracias por dejarnos formar parte de vuestra comunidad». De hecho, antes de que acabara el acto, González Mazo ha remachado la responsabilidad compartida de universidad y empresa porque «estamos obligados a la formación y por eso tenemos que rendir cuentas a la sociedad».

Y, antes de despedirse, hizo el anuncio de una nueva reunión entre empresarios y universitarios. Pero no para entregar distinciones, sino «para trabajar».